La fruta de verano es una maravilla que nos regala cada año la naturaleza cuando suben las temperaturas. Me encanta disfrutarla al natural, pero también podemos cocinar platos saludables con ella. Además de ser un postre estupendo nos permite cocinar platos salados como este pollo en salsa de paraguayas.
En realidad en mi tierra, Murcia, de donde vienen los ejemplares que yo he utilizado para la receta, se conoce a este primo del melocotón como paraguayo o melocotón chato, y es una delicia para los que disfrutamos mucho de la fruta. Tiene una carne jugosa, con mucha agua, tierna y suave, con una piel muy fina. Me encanta su sabor fresco para acompañar la carne de ave, como en esta receta.
Ingredientes para 2 personas
- 4 contramuslos de pollo deshuesados o 2 pechugas, 1 cebolla pequeña, 2 paraguayos o melocotones chatos, 1/2 vaso de vino blanco, un chorrito de zumo de limón, 1 cucharadita de tomillo, 1 cucharadita de comino molido, 1/2 cucharadita de pimentón, pimienta negra, sal, perejil fresco y aceite de oliva virgen extra.
Cómo hacer pollo en salsa de paraguayos o melocotones chatos
Retirar la piel y el hueso de los contramuslos, o pedir al carnicero que nos los deshuese, dejándolos de una pieza. Retirar los posibles excesos de grasa y secar con papel absorbente. Trocear y salpimentar. Regar con el zumo de limón y reservar.
Picar la cebolla en cubos pequeños y poner a pochar en una sartén o cazuela con un chorrito de aceite de oliva virgen extra, a fuego suave. Pelar los paraguayos y retirar el hueso. Trocear y añadir a la cazuela. Salpimentar y remover durante un par de minutos.
Incorporar el pollo, el vino blanco y las especias. Cocinar a fuego medio unos minutos, hasta que la fruta esté muy blanda y suelte sus jugos. Tapar, bajar el fuego y dejar guisar durante unos 10 minutos, o hasta que el pollo esté en su punto. Agregar perejil fresco picado.
Tiempo de elaboración | 25 minutos Dificultad | Muy fácil
Degustación
Podemos servir el pollo en salsa de paraguayas o melocotones chatos acompañado de una guarnición de arroz, quinoa, mijo o cuscús, o con unas verduras de temporada. También podemos optar por servir una crema o sopa fría, o una ensalada de primer plato, y dejar el pollo como segundo sin más añadidos.
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