Como es habitual en casa, tenía un paquete de pechugas de pollo esperando en la nevera sin un destino muy claro. Esta vez la inspiración me llevó a antojar un plato con toques asiáticos, y rápidamente preparé este salteado de pollo oriental con verduras que se puede casi improvisar con los ingredientes que tengamos en ese momento.
El toque oriental lo pone el corte de los ingredientes y una ligera salsa que combina sabores agridulces y picantes. Para no añadir azúcar o miel he usado zumo de naranja natural, naturalmente dulce, que combina muy bien con el sabor de la salsa de soja y el puntito picante que añade el chile seco.
Secar el pollo con papel de cocina y retirar los posibles excesos de grasa. Cortar en tiras y reservar. Lavar las verduras; pelar las zanahorias y el jengibre. Cortar las zanahorias y el pimiento en bastones, picar el jengibre y cotar en juliana la cebolleta.
Calentar un poco de aceite en una buena sartén amplia antiadherente, o wok, y saltear el pollo a fuego vivo hasta que quede dorado por todas partes. Retirar y reservar. Cocinar las verduras, en tandas separadas si no nos caben bien. Salpimentarlas ligeramente y saltear unos pocos minutos, dejándolas firmes.
Añadir el pollo, agregar las especias y mezclar bien. Combinar en un cuenco la salsa de soja, el caldo o agua, el jengibre, el zumo de naranja, el vinagre y la maizena. Añadir a la sartén, mezclando y salteando a fuego medio. Cocinar hasta que todo esté en el punto deseado y agregar semillas de sésamo al gusto.
Con qué acompañar el salteado de pollo oriental con verduras
Un plato como este salteado de pollo oriental con verduras pide una guarnición de arroz, pero nada nos impide acompañarlo con quinoa, cuscús, trigo entero o un "arroz" de coliflor, si buscamos un plato más ligero. También va muy bien con fideos de arroz finos.
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