La soja texturizada es un ingrediente aún poco usado en la cocina cotidiana. Y es una pena, pues ofrece muchas ventajas: proteínas vegetales de calidad, se conserva en la despensa durante mucho tiempo, y permite improvisar platos variados en pocos minutos. Queda estupenda en una salsa de verduras, y con arroz integral ya tenemos un plato bien saciante y completo.
A pesar de que se suele recomendar hidratarla antes de cocinarla, hacerlo solo en agua puede producir una soja sosa y de textura gomosa. Se puede hidratar con caldo o añadiendo algún condimento, aunque es mucho más fácil -y sabroso- echarla directamente en seco a la sartén. Dorándola primero, con buenas especias y condimentos, coge mucho sabor y una textura más agradable. Al cocerla con las verduras conseguimos una especie de guiso o salsa que iría perfecto también con pasta.
Empezar preparando todos los ingredientes. Pelar la cebolla y el ajo; lavar la berenjena y la albahaca y enjuagar bien el arroz integral en un colador bajo el grifo. Picar la cebolla y el ajo finos; pelar la berenjena si se desea y cortar en cubos pequeños.
Calentar un par de cucharadas de aceite de oliva en una sartén amplia y echar la soja directamente, seca, salteándola un minuto a fuego medio. Sazonar con las especias (generosamente) y seguir salteando para que se tueste un poco. Añadir la salsa de soja y remover.
Echar la cebolla y el ajo, remover y dejar que se poche un poco, añadiendo un chorrito más de aceite si hiciera falta, o un poco de agua o caldo. Cuando la cebolla se transparente, agregar la berenjena, salpimentar y saltear cinco minutos.
Regar con el vino y, cuando evapore el alcohol, echar el tomate, integrándolo bien. Añadir un poco de caldo o agua para que se cubran las verduras con un dedo o algo menos de líquido, tapar y dejar cocer a fuego medio-bajo.
Mientras poner a cocer el arroz integral, siguiendo las instrucciones del paquete o esta guía paso a paso.
Comprobar el punto de la salsa de vez en cuando, machacando las verduras si se desea. Mantener la cocción el tiempo al gusto, hasta que tenga la consistencia deseada. Corregir de caldo o hervir destapado, según se quiera más líquido o espesar. Servir con arroz y albahaca picada.
Con qué acompañar la soja texturizada
Serviremos nuestra ración de soja texturizada en salsa de verduras sobre el arroz, o sobre otro cereal o grano que queramos de guarnición. Podríamos tomarla también simplemente con garbanzos cocidos, para enriquecer aún más las proteínas vegetales del plato. Con una ensalada ligera podemos completar el menú.
En Vitónica | Pimientos al horno rellenos de soja texturizada: receta vegana saludable
En Vitónica | Sobrasada crudivegana o crema untable de tomates secos: receta saludable para aperitivos, bocadillos y sándwiches