Cuando pensamos en el efecto que tienen el alcohol, el tabaco y las drogas en nuestro organismo seguramente pensaremos inmediatamente en sus efectos para nuestra salud. Sabemos que el alcohol afecta a nuestro hígado y a nuestra esperanza de vida, o que el tabaco destruye nuestros pulmones. Sin embargo, quizás no pensemos en el efecto que estas sustancias pueden tener en nuestra vida sexual.
La realidad, sin embargo, es que todas estas sustancias pueden afectar a nuestra sexualidad y si queremos contar con una vida sexual saludable, junto con una buena educación sexual, es importante que nos informemos de cómo afecta el consumo de alcohol, tabaco y drogas a nuestra sexualidad.
Cómo afecta el alcohol a nuestra vida sexual
Consumir alcohol puede ayudar a deshinibirnos y perder la noción de lo que es y no es una buena idea. Además, es posible que algunas personas puedan sentirse más excitadas, pero hace que sea más difícil mantener la excitación y llegar al orgasmo.
Esto se debe en parte a que el alcohol suprime nuestro sistema nervioso central. Esto hace que el cuerpo no reaccione tanto a la estimulación sexual como en una situación normal. Por ello resulta más difícil alcanzar una buena excitación y conseguir llegar al orgasmo.
Por este mismo motivo, puede ser más difícil para los hombres conseguir una erección ya que el pene no es capaz de responder igual a la estimulación sexual. En el caso de las mujeres, la lubricación puede verse comprometida debido a la deshidratación que genera el alcohol.
Cuando el consumo de alcohol se cronifica, puede afectar a toda nuestra vida sexual. Para empezar, este consumo aumenta los niveles de cortisol en nuestro organismo y esto provoca una reducción de la libido, como si estuviéramos bajo una situación de estrés.
Tabaco y sexualidad
La relación entre el consumo de alcohol y las disfunciones sexuales son ligeramente más conocidas y, en parte, más fáciles de imaginar. Sin embargo, lo que no tanta gente sabe es que el tabaco también hace lo suyo a la hora de sufrir problemas relacionados con la sexualidad.
El tabaquismo es una de las causas existentes para la disfunción erectil, dado que las sustancias presentes en los cigarrillos afectan a nuestros sistema vascular, incluido el del pene. Además de eso, afecta a los vasos sanguíneos, lo que provoca que llegue menos sangre al pene y, por tanto, se dificulte la erección.
La calidad y cantidad de los espermatozoides también se ve afectada por la nicotina presente en los cigarrillos. La calidad del esperma empeora, reduciendo su número y movilidad. Esto afecta, por tanto a la fertilidad, pudiendo influir en la dificultad de una pareja a la hora de engendrar.
El efecto de las drogas en la sexualidad
En este caso, el efecto que el consumo de drogas tenga sobre nuestra vida sexual dependerá de las características personales del consumidor, del tipo de droga que se consuma y de si se trata de un consumo habitual o esporádico. Algunas de las drogas más comunes tienen efectos diferentes que se deben analizar de manera individual.
Marihuana
El consumo esporádico de marihuana (o de hachís) puede producir dificultades para lubricar en las mujeres lo que hace que las relaciones sexuales sean dolorosas e incómodas. Además, el consumo habitual puede provocar una disminución de la libido, dado que los niveles de testosterona se ven reducidos. Esto puede traducirse en un marcado desinterés por mantener relaciones sexuales.
Cocaína
En el caso de esta droga su consumo puede ofrecer una sensación de euforia y deshinibición que podría dar la idea de ser un potenciador sexual. La realidad, como en el caso del alcohol es otra: la cocaína es un anestésico que limita la sensibilidad en nuestro cuerpo, incluida la zona genital.
El consumo habitual de esta droga puede acabar provocando disfunción eréctil en los hombres, falta de deseo sexual o erecciones dolorosas. Además de esto, el consumo de cocaína está altamente relacionado con la realización de prácticas sexuales de alto riesgo.
Heroína
En el caso de las mujeres, con el consumo de heroína pueden aparecer problemas de anorgasmia, además de reducción de la libido. En lo que a los hombres se refiere, también presentan falta de deseo, problemas para alcanzar el orgasmo y para eyacular.
Por supuesto, cuando el consumo de heroína se hace mediante agujas y estas se comparten el riesgo de contraer una enfermedad como el VIH o la hepatitis es muy alto, y una vez contraída afectará a la vida sexual del enfermo dado el especial cuidado y atención que deberá tener para no contagiar a su pareja sexual.
Imágenes | Unsplash, Pixabay