En los meses de otoño e invierno, la luz solar se reduce así como nuestra exposición a la misma, es por eso que resulta fundamental cuidar la ingesta de vitamina D en invierno, momento del año en que podemos sufrir carencia de este micronutriente que tanto influye en la salud del organismo.
La vitamina D es facilitadora de la absorción del calcio, por lo que su déficit puede causar enfermedades óseas y dentales, así como alterar el funcionamiento neuromuscular. Por lo tanto, cuando la exposición al sol es escasa y no permite que la piel sintetice suficiente vitamina D, es necesario cuidar su ingesta.
Podemos encontrar la vitamina D en pescados marinos como arenque, salmón y sardinas, también en aceites de hígado de pescado, en la yema de huevo, hígado vacuno, carne bovina, manteca y leche enriquecida con vitamina D.
En invierno, siempre que sea posible, quédate al sol aunque sea para realizar actividad física en las horas más cálidas, pero recuerda cuidar la ingesta de vitamina D, pues sus niveles resultan fuertemente influenciados por las horas de exposición a la luz solar.
En Vitónica | Un nuevo estudio revela que la vitamina D puede prevenir los resfriados En Vitónica | Todo sobre la vitamina D Imagen | Jlastras