La vitamina K es, probablemente, la vitamina liposoluble a la que menos importancia se le da a pesar de que juega un papel muy importante sobre la coagulación sanguínea. De hecho, esta vitamina está designada como "K" por la palabra danesa "koagulation".
En cualquier caso, aunque esta sea la función principal de esta vitamina, no es solo la única, y por ello queríamos insistir sobre su importancia, y queremos también que sepas en qué alimentos puedes encontrarla para que no te falte en ningún momento.
Para qué sirve la vitamina K
El rol principal que desempeña la vitamina K a nivel celular es la síntesis de un tipo de proteínas llamadas "Gla".
Precisamente, son estas proteínas "Gla" las que tienen tres funciones principales ya que sirven a su vez para formar otros complejos más importantes.
Coagulación de la sangre
Literalmente, sin la vitamina K la sangre no coagularía, con todas las consecuencias negativas que esto implicaría, como por ejemplo una hemorragia descontrolada.
Esta vitamina activa ciertos factores de coagulación que se sintetizan en el hígado y también activa a la protrombina. Gracias a ellos, los componentes sólidos de la sangre se adhieren entre sí impidiendo estas hemorragias.
De hecho, este es el motivo principal por el que se administra vitamina K a los bebés justo al nacer.
Metabolismo óseo
La vitamina K2 es precisamente la que se encarga de "distribuir" adecuadamente el calcio dentro del cuerpo, y favorece la eliminación del calcio en ciertas zonas donde no es tan necesario, o donde puede incluso llegar a ser perjudicial.
Además, también favorece la absorción de la vitamina D y precisamente esta vitamina D es la que propicia el proceso de osteogénesis, reduciendo patologías degenerativas relacionadas con los huesos como por ejemplo la osteoporosis.
Formación de la matriz
Aunque esta función prácticamente forma parte de la anterior no termina de ser exactamente igual.
Las proteínas que activa la vitamina K también se utilizan para que se pueda formar adecuadamente la matriz que rodea externamente a las células óseas y a las del músculo liso, que precisamente permiten que se una posteriormente el calcio.
Dónde puedes conseguir vitamina K
A priori, al ser una vitamina liposoluble, tiene sentido pensar que se encuentra en alimentos con una fracción grasa muy significativa, pero sin embargo la realidad es bastante distinta.
Lo cierto es que se encuentra principalmente en las verduras y hortalizas de hoja verde. Estamos hablando de por ejemplo la col, las espinacas, las acelgas y el brócoli.
Es conveniente que estos alimentos los consumas junto con otros alimentos relativamente altos en grasa para favorecer la creación de micelas en el tracto digestivo que permitan que la absorción de los componentes solubles en grasa sea adecuada.
Por ejemplo, si quieres favorecer tu absorción de vitamina K puede ser una buena idea añadir aguacate o aceite de oliva a tus ensaladas de espinacas.
En cualquier caso, el cuerpo humano es bastante eficaz almacenando esta vitamina así que la suplementación no es estrictamente necesaria en casi ningún caso.
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