Con la bajada de las temperaturas y el final del verano la sudoración disminuye, lo que nos lleva a hacer que nuestro cuerpo nos pida menos líquido que en los meses estivales. Esta situación es la que hace que dejemos de lado al ingesta adecuada de líquidos. Para evitar que esto suceda es importante que tengamos en cuenta una serie de pasos que no debemos olvidar.
Como ya sabemos, el agua es fundamental para el organismo, ya que la mayoría de su composición es agua. Por este motivo no debemos descuidar el aporte de líquidos, pues debe ser constante y en su medida adecuada, estemos en invierno o en verano. Lo recomendable para esta época del año en la que la traspiración es menor, es beber dos litros al día. Es cierto que con el frío nos apetece menos, pero para ello debemos adoptar algunas medidas encaminadas a mantener el organismo hidratado.
Es cierto que consumir líquidos cuando hace frío nos da más pereza, ya que la temperatura suele bajar. Para evitar esto es necesario que intentemos tomar el líquido lo más caliente posible. Para comenzar el agua podemos dejarlo fuera de la nevera para que se mantenga a temperatura ambiente, de forma que cuando lo tomemos no suponga un contraste drástico para el organismo.
Otra solución adecuada para esta época es la preparación de caldos. La base de este alimento es el agua que injeriremos en grandes cantidades y nos servirá para hidratarnos a la vez que cargamos nuestro organismo de nutrientes a través de los ingredientes con los que está elaborado. Además de ser una buena fuente de hidratación, los caldos nos ayudarán a entrar en calor y mantener una buena temperatura.
Las infusiones son otro de los aliados con la bajada de las temperaturas, ya que al igual que los caldos, nos hidratarán haciendo que el organismo entre en calor. Pero no solamente nos servirán como hidratante, sino que todas están elaboradas con hierbas medicinales que nos ayudarán a conseguir una serie de beneficios como antioxidantes y vitaminas, además de la cantidad de efectos que tendrán en el organismo.
Por la parte de los alimentos podemos echar mano de algo sólido que es muy apetecible en esta época del año y que nos ayuda a consumir líquido y lograr mejorar la hidratación del organismo. Se trata de la gelatina que en su mayoría es agua solidificada al que se le añaden azúcares y sabores de frutas. En sí misma constituye una buena forma de consumir líquidos, sobre todo en niños y ancianos que no acusan tanto la falta de líquidos pudiendo llegar al borde de la deshidratación.
Es necesario que en los meses de frío no dejemos de lado la correcta hidratación del organismo y por ello no debemos descuidarnos, pues aunque no lo parezca, el cuerpo sigue necesitando el líquido, fundamental para su correcto funcionamiento.
Imagen | lusi
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