Con la proliferación de competiciones amateur, sobre todo en deportes como el triatlón, las carreas de larga distancia o las marchas cicloturistas, también está proliferando el doping en deportistas amateur.
El ser humano tiene un innato instinto de superación, por eso a muchos, en su intento de superación, se le hace un poco borrosa la línea que separa los suplementos deportivos legales de las sustancias ilegales.
Doping en pruebas amateur: está pasando
No es raro ver a muchos deportistas en la línea de salida inhalar broncodilatadores sin ser asmáticos. ¿Es esto doping? Pues según la sustancia depende de la cantidad, pero la cuestión es que si estamos practicando una prueba amateur, ¿qué sentido tiene doparse?
Muchos deportistas saben que no les van a hacer un control antidoping en la línea de llegada, por lo que es tentador hacer trampas si con ello pueden mejorar un puñado de puestos en la clasificación final.
El pasado año pudimos ver como en una San Silvestre, a modo de broma, se anunció por megafonía que iban a hacer un control antidoping a los primeros clasificados y hubo muchas quejas en la línea de meta, incluso hubo algunos corredores que no llegaron a tomar la salida...
En muchas aspectos, algunas pruebas amateur se están convirtiendo en pruebas semi-profesionales y a muchos atletas se les nubla el juicio, perdiendo el verdadero sentido del deporte amateur.
El dopaje nunca es justificable, pero en deportistas amateur es que llega a ser absurdo. Sobre todo si se consumen sustancias que son nocivas para la salud. Llega un momento en que ese afán por quedar mejor en una carrera, nos hace pensar que tomar una sustancia ilegal no es doping, solo una ayuda o complemento a nuestro entrenamiento.
¿Qué opináis vosotros sobre este tema, conocéis a atletas que, aún no siendo profesionales, consumen sustancias dopantes?
Imagen | iStockphoto
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