Oficialmente ha quedado inaugurado el horario de verano que consiste en adelantar una hora el reloj. A partir ahora debemos cambiar nuestros horarios y tenemos más horas de sol al día. Pero todos estos cambios acaban por afectar a nuestros biorritmos. Por ello en este post nos queremos detener en las diferentes formas en las que el cambio horario nos puede afectar.
Entorno a este tema existe un debate desde hace años, ya que los españoles somos los europeos más desajustados en lo que se refiere al horario, algo que nos predispone a tener una serie de cambios drásticos en nuestros biorritmos que hacen que tengamos una serie de desajusten que pueden afectar a nuestro rendimiento general a la hora de ejecutar diferentes acciones cotidianas. Por ello queremos hacer un repaso por todos los efectos que este cambio puede tener.
Más horas de luz que atrasan nuestros hábitos de vida
En primer lugar vamos a destacar que las horas de luz que vamos a tener a lo largo de la jornada son más. En primavera y verano los días son más largos, pero con el cambio horario aún los alargamos más. Esto hace que nuestros hábitos de vida se atrasen más, haciendo que también se atrase el momento de acostarnos. Esto lo que lleva consigo es dormir menos horas, pues al amanecer antes, el cuerpo tiende a despertarse antes también.
El organismo está más activo
Tener estas horas de sol extra lo que hace es que nuestro organismo se mantenga activo por más tiempo, haciendo que tengamos menos ganas de acostarnos y que además retrasemos los horarios de las comidas, sufriendo un desajuste importante en las costumbres. Atrasamos la cena, una de las comidas que debemos hacer como mínimo dos horas antes de acostarnos. Esto también influirá en la calidad del descanso nocturno.
Hábitos para evitar dormir mal con el cambio horario
Por ello para evitar esto debemos tomar una serie de medidas para hacer que el cambio de hora no nos afecte en gran medida. Ante todo es necesario normalizar la vida y adaptarnos al nuevo horario. Pero para descansar mucho mejor más rápido podemos cenar a buena hora para acudir a dormir con la digestión hecha. Además, es recomendable no ingerir bebidas excitantes con cafeína o teínas que nos puedan perturbar el sueño y hacer que tardemos más en dormir.
Practicar deporte para adaptarnos mejor al cambio horario
Como siempre, la práctica deportiva es un perfecto aliado para conciliar mucho mejor el sueño y encontrarnos mejor de manera general mientras nos adaptamos a la nueva hora. Eso sí, es recomendable no practicar actividad deportiva antes de acostarnos, ya que aunque haya más horas de luz, no podemos estar corriendo a las 21:00 horas si nos acostamos a las 23:30, pues estaremos mucho más agitados, pues activamos el metabolismo, y nos será aún más complicado conciliar el sueño. Practicar deporte en una hora más temprana nos ayudará a conciliar mejor el sueño en la noche y descansar mejor.
Imagen | Isaías López Maymó