A estas alturas llevamos ya siete meses de pandemia por causa del coronavirus. Esta no solo ha afectado a nuestra salud física y económica, si no también a la mental. Y es que los casos de ansiedad y depresión han ido aumentando de manera importante en los últimos meses. Es por ello que numerosas asociaciones de psicólogos han realizado documentos informativos ofreciendo consejos para reducir los niveles de ansiedad derivados de esta crisis.
Uno de estos consejos ha sido, en todos los casos, el de controlar la cantidad de información que recibíamos y cerrar los canales que no fueran adecuados ya que el aluvión de información continuada - y no siempre fiable - podía afectar a los niveles de ansiedad. En este aluvión de información, precisamente, han tenido un papel muy importante las redes sociales.
Por ello, no es de extrañar que un reciente estudio publicado en Computers in Human Behavior haya encontrado que el uso excesivo de las redes sociales, durante esta crisis sanitaria, está relacionado con el riesgo de padecer depresión y trauma secundario.
Para hacer este estudio se contó con 320 participantes residentes en Wuhan, China - lugar donde se inició el brote de COVID -19 -. Se analizó cómo accedían estos participantes a las redes sociales y cómo compartían información sobre salud con sus familiares, amigos y compañeros de trabajo y cómo cambiaban sus comportamientos relacionados con la salud como resultado de su uso de redes sociales.
Para valorar los niveles de ansiedad y depresión de estos participantes, usaron una escala de 21 items. Lo que encontraron fue que al hacer uso de las redes sociales, los participantes obtenían una gran cantidad de información, pero menos apoyo emocional. Esta podría ser una de las causas por las que se encontró que el uso de redes sociales estaría relacionado con el padecimiento de síntomas depresivos, trauma secundario y estrés.
En concreto, más del 50% de los participantes mostraban síntomas depresivos y, concretamente, el 20% tenían síntomas moderados y severos, a pesar de que antes de la crisis sanitaria no mostraban señales de depresión. A pesar de que la investigación estuvo realizada en una población muy concreta y los síntomas podrían estar relacionados con más aspectos que el uso de las redes sociales, la recomendación es que durante estos meses intentemos tomarnos ciertos descansos de las redes sociales.
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