¡Feliz Día Mundial del Farmacéutico! Se celebra el 25 de septiembre y la intención es reconocer el trabajo de estos profesionales de la salud que son el principal mediador entre los enfermos y sus tratamientos.
Aprovechando la fecha, una campaña en Twitter ha querido señalar una práctica dudosa que se produce en algunas farmacias: la venta de homeopatía, un tratamiento considerado pseudoterapia por su falta de fundamento científico, como si fuese un medicamento más.
Y no lo es. Todos conocemos a alguien que defiende el uso de la homeopatía porque "a mí me funciona", pero desde el punto de vista científico, no existen evidencias sólidas de que su efecto sea mayor que el de cualquier producto con efecto placebo, y las mismas bases en que se fundamenta la homeopatía son incompatibles con lo que el conocimiento científico sabe y ha demostrado de la química, la física y la medicina.
¿Qué es exactamente la homeopatía?
Para quien haya oído hablar de la homeopatía pero no tenga muy claro exactamente lo que es, aquí va una explicación.
La homeopatía nació en el siglo XVIII de la mano de Samuel Hahnemann y es un sistema de medicina alternativa basado en la teoría de que las enfermedades están causadas por miasmas y que los preparados homeopáticos actúan sobre ellos bajos el principio de que "lo similar cura lo similar". Un ejemplo típico es que si un catarro te hace moquear y que te lloren los ojos, la cebolla que causa los mismos síntomas es mejor para curarlo.
Pero no se aplicaría la cebolla sin más, sino su extracto diluido en agua destilada. Muy, muy diluido, ya que cuanto más diluida está la preparación, mayor efecto tendrá. Un preparado homeopático puede llegar a tales niveles de dilución que no quede ninguna molécula del extracto original en el producto final.
Algo que no supone ninguna traba para su eficacia, aseguran los defensores de esta pseudociencia, porque apelan a algo llamado la memoria del agua, una característica según la cuál el agua puede recordar las sustancias que han estado en contacto con ella y conservar sus propiedades.
¿Por qué la homeopatía no tiene base científica?
Hay varios aspectos de la homeopatía que chirrían desde la base.
El primero es el concepto de los miasmas, corriente en la medicina de la época que consideraba que la fermentación de la sangre y otros fluidos del cuerpo daba lugar a emanaciones tóxicas responsables de las enfermedades en general. Esta teoría se descartó hace ya décadas en favor de la teoría microbiana de la enfermedad.
El segundo es el de que lo "similar cura lo similar", algo demasiado vago y genérico como para ser considerado si quiera algo a demostrar.
En cuanto a las diluciones, es imposible según todo lo que sabemos en cuanto a farmacología y química básica que exista algún efecto en diluciones tan altas que a veces incluso no quedan restos en el producto final.
La supuesta memoria del agua no solo no se ha probado sino que se considera algo imposible y científicamente absurdo: si el agua recordase lo que ha estado en contacto con ella, no sería solo los extractos homeopáticos originales, sino también cualquier otra sustancia que hubiese estado alguna vez en contacto con ella.
¿Por qué a alguna gente le funciona?
Hay usuarios de productos homeopáticos a los que los absurdos científicos les traen sin cuidado porque a ellos, simplemente, les funcionan. Ante eso poco se puede añadir, ¿no?
En realidad, sí, porque hay varias razones por las que la homeopatía puede tener efectos sobre un paciente en concreto. ** - El efecto placebo:** si tomamos un medicamento convencidos de que nos curará, comenzaremos a percibir mejoras.
- El efecto de la consulta dedicada y el cuidado terapéutico: a veces solo con la atención dispensada en una consulta el paciente se encuentra mejor, y un homeópata en su consulta privada tiene más recursos que un médico de atención primaria de la sanidad pública (algo que no debería ser así, pero tristemente lo es).
- Sanación natural: algunas enfermedades leves, como el catarro o el dolor de cabeza, muchas veces terminan curándose solas. Si tomas homeopatía, creerás que se debe a eso, aunque te hubieses terminado curando igual.
- Homeopatía que no es homeopatía: a veces los medicamentos homeopáticos no son del todo homeopáticos e incluyen algún compuesto cuya eficacia sí ha sido probada en condiciones perceptibles, y es eso lo que ayuda a mejorar al paciente.
- Coincidencia de tratamientos: mucha gente combina la homeopatía con los tratamientos recomendados por su médico y atribuye las mejoras a la primera cuando en realidad se deben a los segundos.
- Abandono de un tratamiento con efectos secundarios: a veces un paciente que toma homeopatía abandona un tratamiento médico que le causaba efectos secundarios desagradables, ya sea por decisión propia o por recomendación de su homeópata. Al abandonarlo, desaparecen los efectos secundarios, el paciente se encuentra mejor y atribuye su bienestar a la homeopatía. Esto no solo no significa que la homeopatía esté funcionando, es que puede ser peligroso para la vida del paciente.
¿Es peligrosa la homeopatía?
En la mayoría de los casos, tomar homeopatía no supone un riesgo para la salud. Simplemente, no tendrá ningún efecto más allá del placebo.
Pero hay dos aspectos en los que sí es un peligro. Por un lado, en aquellos pacientes que crean estar tratándose una enfermedad grave y por tanto no busquen más tratamiento que la homeopatía, porque esto podría dificultar la cura más adelante.
Por otro, y este es el más peligroso, para aquellos pacientes que abandonen tratamientos por sus efectos secundarios porque resultan dolorosos o desagradables, con la creencia de que la homeopatía les servirá como cura pero en vez de eso permitiendo el avance de la enfermedad.
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