Aunque parezca un titular que a primera vista no tiene mucho sentido, porque los hábitos los crea el consumidor, lo cierto es que un proyecto llamado ‘Heart Healthy Hoods’ y llevado a cabo entre la Universidad de Alcalá de Henares y la de Johns Hopkins se ha detenido, precisamente, a evaluar cómo los mercados y las tiendas tradicionales influyen en una alimentación más sana.
De este modo, el estudio ha analizado barrios medios de dos ciudades distintas: Madrid y Baltimore (Estados Unidos), y para ello se ha fijado precisamente en el tipo de tiendas y comercios de cada uno de ellos y los hábitos de compra de las personas que habitan esas zonas.
Comparación de comercios en ambos barrios
Los resultados entre dos ciudades claramente diferentes, también fueron claramente dispares. El trabajo ha dejado patente que el porcentaje de llevar una alimentación sana, y unos hábitos saludables, aumenta en las ciudades en las que existen más tiendas y mercados tradicionales.
Un buen entorno urbano también influye en los hábitos de alimentación
EN CUANTO A ACCESIBILIDAD:
En el caso de los barrios estudiados de Madrid, más del 70% de las personas disponen de una tienda que vende alimentos saludables a menos de 200m de su domicilio, y el resto únicamente se tiene que desplazar un poco más (entre 200-400m).
En el caso de la ciudad de Baltimore, los resultados fueron claramente diferentes. Únicamente un 1% de los vecinos tenían acceso a una tienda con alimentos medianamente frescos y saludables a menos de 200m, y sólo un 13% la tenían entre 200-400m.EN CUANTO A PRODUCTOS:
Según los datos recogidos en el proyecto ‘Heart Healthy Hoods’, el 63% de los comercios de los barrios de Madrid venden frutas y verduras frescas, y abundan las pescaderías y los tradicionales ultramarinos.
En el caso de Baltimore sólo el 53% contiene algo de productos frescos y en el resto el patrón de alimentación difiere bastante, escaseando este tipo de productos y predominando los llamados "comercios de conveniencia" donde se suministra mayoritariamente comida preparada y enlatada.
Como consecuencia los resultados también difieren
Los resultados plasman los diferentes hábitos de alimentación entre una ciudad y otra
En Baltimore, los comercios en general están mucho más lejos de los barrios donde vive la gente, es decir, tienen menos accesibilidad y además, venden menos cantidad de alimentos frescos, y así lo reflejan los resultados: el 34% de la población de Baltimore es obesa frente al 14,3% de Madrid.
Parece que las circunstancias relacionadas con el entorno urbano y el tipo de comercios que abundan en ambas ciudades, también afectan directamente a la calidad de la alimentación y a los problemas de sobrepeso.
Cómo influye en problemas cardiovasculares
Del mismo modo, este diseño de plataforma se ha seguido llevando en la misma línea de trabajo para evaluar de qué modo afecta el entorno de diferentes barrios y ciudades, por ejemplo, en nuestra salud cardiovascular. Para ello se realiza un enfoque multifacético de las enfermedades cardiovasculares a través de diferentes ciudades europeas.
En concreto, en Madrid el proyecto de análisis se llevó a cabo en más de 90 barrios de la ciudad, donde se evaluaron ambientes alimentarios, actividad física y factores de riesgo como alcohol y tabaco. Todos estos resultados fueron comparados con historiales cardiovasculares antiguos para comparar la evolución del perfil demográfico.
Una forma novedosa y diferente de conocer cómo varían los hábitos de grupos de personas en función de parámetros como la ubicación de la zona, la accesibilidad a comercios o la presencia de espacios verdes.
Imágenes | iStockPhotos
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