El agua es necesaria para el buen funcionamiento de la vida. Las personas podemos sobrevivir sin alimento hasta siete días, pero sin agua apenas podemos hacerlo dos, y es que nuestro cuerpo está formado en su mayoría por agua, y es necesario para poder realizar las funciones vitales propias de todo ser humano. El problema está cuando nos excedemos con su consumo, y es que muchos son los que piensan que beber agua en exceso nos ayudará a tener mejor salud, cuando realmente no es así.
Entorno al agua, a pesar de ser algo necesario para la vida, han surgido infinidad de dudas y de creencias sin fundamento. Algunas de ellas han llevado a muchas personas a beber más cantidad de agua de la necesaria, haciendo que el organismo se vea afectado por ese abuso. Muchos los efectos que el exceso de agua puede tener sobre nuestro cuerpo, y por ello no los podemos pasar por alto.
Durante mucho tiempo se ha pensado que el agua en abundancia era una de las mejores maneras que tenemos de eliminar la grasa que nos sobra del organismo. Esto no es para nada cierto, y es que el agua no es ningún quema grasa, simplemente la función que tiene es la de hidratar el organismo y depurarlo. Quizás esto haya sido lo que ha dado origen a esa creencia de que el agua elimina grasa, y es que lo que realmente hace es expulsar toxinas y demás sustancias nocivas que contaminan nuestro organismo.
Lo recomendable para mantener una correcta salud es consumir entorno a dos litros de agua al día, y tres en verano. Es cierto que las personas que practicamos deporte bebemos mayores cantidades, ya que eliminamos mucha más a través del sudor, pero en este tipo de situaciones el agua es necesario, y no va a constituir ningún mal para el organismo. La función normal del agua es depurativa. Es la mejor herramienta para mantener unos riñones y un organismo depurado y libre de toxinas que se eliminan por la orina.
El problema radica cuando abusamos del agua e ingerimos más de lo que el cuerpo necesita. En este momento desencadenamos un proceso por el que en vez de eliminar solamente lo que nos sobra acabamos por expulsar otro tipo de sustancias necesarias para el buen funcionamiento del organismo, como los minerales, vitaminas y demás componentes que debemos aprovechar al máximo. Este proceso es el que hace que se desencadene una serie de efectos derivados de esta falta de nutrientes.
También el exceso de agua puede acabar afectando a los riñones, y es que éstos son los depuradores del organismo, y por los que pasa todo el agua que consumimos, pero no podemos olvidar que funcionan a un ritmo concreto, y que por lo tanto no tenemos que saturarlos, pues podemos hacer que se colapsen y no consigamos que funcionen correctamente. Para evitarlo es necesario que respetemos las cantidades de agua que debemos tomar al día, y consumirla de forma lenta y progresiva a lo largo de toda la jornada para que el cuerpo funcione perfectamente.
Imagen | lusi
En Vitonica | Hiperhidratación: los riesgos del exceso de líquidos En Vitonica | Potomanía, los efectos negativos que el agua puede tener en nuestra salud En Vitonica | Desmintiendo algunos mitos sobre el agua