Es una revolución en el mundo de los productos dedicados a la higiene femenina: la copa menstrual está viviendo actualmente sus años dorados y ya se plantea como una alternativa firme al uso de tampones y compresas que, hasta ahora, habían sido los opciones más usadas por las mujeres durante los días de la menstruación.
Si te estás planteando probar la copa menstrual o si no la conoces y quieres saber un poco más sobre ella, te explicamos todo lo que tienes que saber sobre la copa menstrual antes de empezar a utilizarla.
¿Qué es y para qué sirve la copa menstrual?
La copa menstrual es un pequeño recipiente de silicona, generalmente con forma de copa (aunque también existen con forma de diafragma) que se introduce en la vagina para recoger el flujo menstrual.
La copa menstrual nos puede parecer un invento reciente, pero su historia se remonta al siglo XIX
Aunque nos pueda parecer una novedad lo cierto es que la historia de la copa menstrual se remonta a finales del siglo XIX, cuando comenzaron a aparecer los primeros prototipos. Durante la década de 1930 se empieza a producir de forma industrial fabricadas sobre todo con látex. No ha sido hasta la primera década de nuestro siglo, con el cambio de materiales (ahora la mayoría se fabrican con silicona médica) y la variedad de modelos y tallas, cuando han logrado llegar hasta el gran público.
Que la menstruación aun hoy siga siendo un tema tabú en la sociedad (aunque poco a poco se va hablando más de ello y se tienen menos prejuicios) y que la manipulación de los genitales tampoco sea muy bien vista (ocurrió lo mismo cuando aparecieron los primeros tampones), han contribuido al retraso de la llegada de la copa menstrual a toda la población.
Diferencias entre la copa menstrual y los tampones
A efectos prácticos se suele comparar la copa menstrual con los tampones, ya que tienen un funcionamiento similar: ambos se colocan en el interior de la vagina, con o sin aplicador que ayude a la colocación (existen copas menstruales con aplicador, aunque la mayoría no lo utilicen) pero funcionan de forma diferente.
El tampón, al estar fabricado con fibras vegetales como el algodón o artificiales como el rayón, absorbe el flujo sanguíneo menstrual. La copa, por su parte, lo que hace es recoger este flujo sanguíneo en su interior. Al no salir la sangre al exterior, como sí ocurre cuando utilizamos otros productos higiénicos como las compresas, se evitan olores y posibles manchas.
Ambas opciones cuentan con distintas tallas dependiendo de nuestras necesidades durante los días de la menstruación, del tamaño de nuestras paredes vaginales y de la cantidad de flujo menstrual que tengamos. Los tampones cuentan con diferentes capacidades de absorción para utilizarlos dependiendo si nos encontramos en los primeros o últimos días de la regla.
La principal diferencia entre la copa menstrual y los tampones es que la copa es reutilizable hasta diez años, mientras que los tampones son de un solo uso. Esto, a largo plazo, supone un considerable ahorro si pasamos de usar tampones (alrededor de 3 euros la caja de 20 unidades, que dependiendo del mes puede ser o no suficiente) a utilizar la copa (alrededor de los 20 euros, dependiendo de modelos y marcas, pero solo se compra una vez).
Cómo funciona una copa menstrual
El funcionamiento de la copa menstrual es muy sencillo: cuando comienza nuestra menstruación la introducimos en nuestra vagina para que recoja el flujo sanguíneo. Se introduce doblada (queda con el mismo tamaño de un tampón aproximadamente) y una vez dentro de la vagina recupera su forma ella sola. La copa crea un vacío entre las paredes vaginales de forma que no se mueve durante todo el tiempo que la tengamos puesta.
La copa menstrual puede utilizarse hasta 12 horas, frente a las 8 horas de máximo del tampón
Otra de las ventajas de la copa menstrual frente al tampón es que podemos dejarla puesta hasta 12 horas (los tampones, por norma general, no se recomienda mantenerlos dentro más de ocho horas seguidas). En realidad esto es una aproximación que nosotras mismas tendremos que ir ajustando según la vayamos usando: lo que quiere decir es que pueden pasar 12 horas hasta que se llene y tengamos que cambiarla.
A la hora de cambiar la copa durante nuestra menstruación (no cuando ya hemos terminado, sino durante los días en los que seguimos teniendo la regla) lo único que tenemos que hacer es vaciarla en el inodoro y limpiarla con agua o con papel para volver a colocarla en su sitio. Para quitarla tendremos que hacer un poco de presión a los lados de la copa para que se rompa el vacío que se ha formado para que no se mueva (no te vas a manchar porque la sangre está recogida dentro de la copa) y tirar del rabito o anilla de la misma para extraerla.
Solo al final de la menstruación en necesario hervirla en agua para esterilizarla, y la guardamos hasta la próxima menstruación.
Ventajas e inconvenientes de la copa menstrual
¿Qué ventajas nos puede aportar el uso de la copa menstrual frente a otras alternativas higiénicas durante la menstruación?
No necesitas cambiarte tan a menudo como cuando se usan compresas o tampones, dado que su capacidad es mayor que la de estos.
A la larga es más barata que la compra de tampones y compresas: prácticamente en tres meses está amortizada.
A diferencia de los tampones, no reseca las paredes vaginales y no pueden quedarse fibras adheridas a ellas, como sí puede ocurrir con los tampones. Tampoco influye en nuestra flora vaginal.
El impacto mediambiental de la copa es mucho menor que el de las compresas o tampones: se generan menos residuos, se necesita menos energía para su fabricación y también menos agua para su limpieza.
Sin embargo, la copa menstrual también presenta algunos inconvenientes:
Es necesario acertar con el tamaño y tipo de copa que mejor se adapte a ti: en general las marcas suelen tener tres tamaños de copa (S, M y L) dependiendo de su capacidad. La S se recomienda para menstruaciones pequeñas y para mujeres que hayan comenzado con la menstruación hace poco; la M para mujeres con menstruaciones "normales" y que hayan tenido partos vaginales; y la L para mujeres con menstruación abundante y que hayan tenido también partos vaginales. Esto es solo orientativo: hay que ir probando hasta que demos con la nuestra.
Al principio puede ser complicado colocarla de forma correcta, sobre todo si solamente hemos usado previamente tampones con aplicador o compresas. Si has utilizado tampones sin aplicador, se coloca igual. Para colocarla podemos doblarla a la mitad o en forma de S y después introducirla en la vagina. Antes de usarla puede ser buena idea practicar en los días en los que no se tenga sangrado y también pueden utilizarse lubricantes con base acuosa para facilitar su colocación.
Al igual que los tampones, puede producirse el síndrome de shock tóxico según un estudio publicado en 2015. Como precaución ante esto, no la lleves puesta más de las 12 horas que tiene como tope.
Preguntas frecuentes sobre la copa menstrual
¿Puedo practicar deporte mientras llevo la copa puesta? ¿Puede salirse mientras estoy haciendo deporte? Sí, puedes hacer deporte con la copa y no, no debería moverse ni salirse si está bien colocada, ya que hace vacío en las paredes vaginales, lo cual impide que se mueva.
¿Puedo nadar y meterme en la piscina mientras uso la copa menstrual? Sí, igual que si estuvieras utilizando tampones: la sangre no sale al exterior por lo que no hay peligro de manchas.
¿Puedo mantener relaciones sexuales con la copa menstrual puesta? No está recomendado, ya que la copa bloquea el canal vaginal y puedes hacerte daño o hacer que tu pareja se haga daño. Es importante recalcar que no se trata de un método anticonceptivo ni nos protege frente a las enfermedades de transmisión sexual, sino de un producto de higiene íntima para la menstruación.
¿Cómo puedo cambiármela en un baño público? Generalmente en los baños públicos los inodoros están separados de los lavabos, por lo que la mejor opción será vaciar el contenido de la copa en el inodoro y después limpiarla con papel o con una toallita húmeda que sí podemos desechar.
¿Duele ponerse la copa menstrual o duele mientras está puesta? Si está bien colocada y es de tu talla, no deberías sentir nada. En cualquier caso, sucede igual que con los tampones: si alguna vez te has colocado mal un tampón y has sentido molestias, te lo has cambiado y listo. Con la copa sucede igual: si no la has colocado bien puedes ir al baño y volvértela a colocar.
¿Es compatible el uso de la copa menstrual con otros métodos anticonceptivos? Sí, puede usarse si tomas pastillas anticonceptivas, parches o si tienes puesto el DIU. En el caso del DIU conviene ser cuidadosa a la hora de sacar la copa para no extraer accidentalmente el dispositivo. Sobre el preservativo, es perfectamente compatible ya que no los utilizaremos a la vez.
Imágenes | Pixabay, Wikimedia Commons, menstruationstasse.net en Flickr
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