Somos muchos los que nos preocupamos por el estado de salud y forma física de nuestros mayores. Muchas veces, al llegar la jubilación, los adultos mayores pasan de tener una actividad física moderada o incluso importante a causa de su trabajo a pasarse el día en casa, casi sin salir. Se terminan las obligaciones y para muchos es complicado comenzar casi de cero con un estilo de vida completamente diferente.
En una ocasión ya hablamos de cómo los wearables o dispositivos cuantificadores pueden ayudar a los adultos mayores a mantener una rutina de actividad física en su día a día. Otra de las posibilidades que hay para que los mayores se mantengan activos y para preservar su salud tanto física como emocional son las mascotas: ¿qué beneficios pueden aportar a las personas mayores?
Entre los problemas más comunes en los adultos mayores podemos encontrar el de la soledad, el del aislamiento y el de la falta de actividad, y en muchas ocasiones se recurre a la terapia con animales de compañía, especialmente con perros, en el caso de personas mayores sanas y también aquejadas de alguna enfermedad (la terapia con perros en mayores con Alzheimer ha demostrado ya mejorar su calidad de vida).
Las mascotas pueden ser una muy buena ayuda a la hora de abordar problemas como el aislamiento o la depresión: el hecho de sentir que deben hacerse cargo de otro ser vivo, cuidarle, proporcionarle comida, mirar por su salud y jugar con él hace que los adultos mayores sigan sintiendo que tienen una responsabilidad y se sientan útiles (importante sobre todo cuando dejan de trabajar).
En el caso de las mascotas que requieren paseos, como los perros, adoptarlas puede ser una buenísima oportunidad para que los mayores mantengan una actividad física moderada y para que socialicen con el entorno evitando que se aíslen. Las personas que viven con perros, gracias a esta actividad física diaria, suelen tener menos problemas de sobrepeso y circulatorios, además de una mayor autoestima.
Lo que hay que tener en cuenta antes de adoptar una mascota

Antes de adoptar una mascota para una persona mayor, debemos tener siempre en cuenta si va a ser capaz de hacerse cargo de ella. Las personas que sufren enfermedades que limitan su movilidad, como pueden ser la artritis o la artrosis, es posible que se vean sobrepasados al convivir con un animal que les demanda demasiado movimiento.
Generalmente, siempre que tengan apoyo por parte de su entorno, las personas mayores agradecen la compañía de una mascota. Con la ayuda de organizaciones o refugios podemos encontrar una mascota que case con el estilo de vida de la persona con la que va a convivir (un perro, gato o conejo que sea tranquilo o que no sea un cachorro para que ya conozca las normas básicas de convivencia, por ejemplo). Así ambos podrán obtener un mayor beneficio: salud, compañía y mucho cariño.
Imágenes | iStock
En Vitónica | Ejercicio en personas mayores: Siempre es un buen momento para empezar
Ver 3 comentarios
3 comentarios
lectora-
Puesto que no quiero recoger del suelo los excrementos de un perro, tengo un gato. Recojo los restos de su caja, los tiro en la basura del contenedor gris y me aporta todo el afecto que necesito.
Es un animal recuperado de la calle, el veterinario de mi barrio y al que lleve siempre a mis anteriores gatos, le tenía acogido y al fallecer mi ultimo compañero felino le pedí un animal mayor, no un bebe gatito., y éste tenía unos 4-5 años, que siéndo callejero era todo un reto. Se adaptó perfectamente en unos dos meses aproximadamente. Tengo la casa adaptada para que no se vayan a las terrazas de los vecinos. Hay que decir que todos han sido castrados.
Mis gatos suelen vivir entre 16 años y catorce el último. He tenido cinco con éste, uno comprado, dos recogidos de la calle y otros dos de mi hija que no los podía tener por temas de alergia de su pareja. Si tenia 60 años cuando se vino a casa el último gato, y va a vivir unos 12 a 14 años mínimo, he de poder hacerme cargo de él en todo momento.
javiupdb
Excelente artículo. A pesar de que mucha gente no logra entenderlo, la compañía de un perro puede mejorar el estado de animo en personas con dificultades sociales o personas mayores. Soy amante de los animales desde que tengo uso de razón, en particular de los perros y en su mayoría todos adoptados. Es muy reconfortante ver en unos meses como cambia el carácter de un perro adoptado pasando en muchos casos de un estado lamentable a un estado de felicidad y vitalidad pasado un periodo de adaptación a su nuevo hogar. Ademas adoptando salvamos la vida del animal acogido, y la del que ocupará su lugar en la protectora. Enhorabuena por el post
gustavowoltmann
¡Estoy seguro que no solo las de los adultos mayores! Un perro puede ser una gran compañia y hasta terapéutico para muchos tipos de personas.