La práctica deportiva requiere unas demandas energéticas y nutricionales especiales a una vida sedentaria, por eso en ocasiones la simple alimentación no es suficiente y se acude a una serie de productos que hagan optimizar la nutrición y el entrenamiento. De aqui se derivan tres tipos de productos: suplementos, complementos y ayudas ergogénicas, que a menudo se utilizan como sinóminos pero que tienen ciertas diferencias:
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Suplementos: son aquellos que se toman como aporte extra a los nutrientes de una dieta para evitar deficiencias, así dan cierto margen de seguridad para evitar enfermedades por deficiencias. Como ejemplo están los suplementos vitamínicos.
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Complementos: son sustancias que completan el aporte necesario de un nutrientes en la dieta por ser este requerido en tal cantidad que con la sóla alimentación se hace difícil llegar a las necesidades. Así suelen ser preparados concentrados y fáciles de asimilar. Como ejemplo están los batidos energéticos de proteínas o hidratos de carbono.
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Ayudas ergogénicas: el objetivo de este tipo de productos es mejorar el rendimiento deportivo a través de la mejora del rendimiento de las vías metabólicas energéticas o acelerando la recuperación , asimilando así mejor el entrenamiento y aumentando el rendimiento deportivo. Se consideran así ayudas ergogénicas las substancias que mejoran el rendimiento deportivo pero que no están incluidas en la lista de sustancias dopantes del C.O.I. Un ejemplo es el tomar creatina para aumentar el rendimiento en el entrenamiento de fuerza.
Vía | Punto Fape