Es una de las ideas que está teniendo más acogida a la hora de mantener el peso a raya: Acelerar nuestro propio metabolismo para quemar más calorías sin necesidad de hacer una dieta severa o ponerse a hacer ejercicio a quemarropa. Vamos a ver algunos de los recursos más efectivos (y sanos) para que nuestro metabolismo se optimice:
<li><strong>Desayuna</strong>: Esto empieza bien. Come algo por la mañana y, a ser posible, en dos tandas (primera hora y media mañana). Eso sí, recomendamos hidratos de asimilación lenta y no abusar del dulce, ya que elevaría los niveles de insulina creando rápidamente más sensación de hambre.</li>
<li><strong>Limitar las grasas</strong>: Sin olvidar que son necesarias en cierta medida sobre todo por aportes vitamínicos, deberíamos limitar el consumo de grasas y sustituirlo por hidratos de carbono, ya que estos consumen más calorías para digerirse.</li>
<li><strong>No a las dietas hipocalóricas</strong>: Como suena. Un descenso exagerado de las calorías ingeridas hará que el cuerpo entre en estado de alerta y el mismo ralentice a tope el metabolismo, y eso no nos interesa en absoluto.</li>
<li><strong>Muchas comidas al día</strong>: Reparte el consumo calórico diario en más comidas (mínimo 5) y verás como el cuerpo se acostumbra a quemar más y más rápido las mismas.</li>
Vía | Musculación.info
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