El ansia por conseguir un cuerpo musculoso puede conducirnos muchas veces a llegar a obsesionarnos y cometer excesos que a la larga pueden pasarnos factura sin que nos demos cuenta.
La mayoría de las personas que asistimos al gimnasio para conseguir un cuerpo musculado solemos echar mano de complementos que tienen la finalidad de ayudarnos en la rutina diaria y conseguir que mejoremos las sesiones de entrenamiento. Una mejora que a la larga se verá reflejada en el tono muscular, y es que la mayoría de los complementos tienen un efecto directo en nuestro cuerpo. Pero el problema está cuando nos obsesionamos hasta el punto de ingerir todo tipo de complementos en dosis que para nada son las adecuadas.
La creatina, los batidos de proteínas, la l-glutamina, el óxido nítrico, los aminoácidos ramificados… son algunos de los complementos que más se usan en los gimnasios, y rara es la persona que no ha probado alguna vez uno de ellos. Y es que existe la creencia de que si no tomamos complementos no vamos a mejorar el rendimiento y por lo tanto no lograremos aumentar la masa muscular.
En este campo, como en todos, el exceso nunca es recomendable. Complementar dietas pobres en algún tipo de nutriente es totalmente normal, y es que debemos darle al cuerpo lo que necesita para poder realizar la actividad deportiva, pero el problema comienza cuando nuestro ansia es tan grande y caemos en el abuso de este tipo de sustancias. Ingerir más complementos no quiere decir que crezcamos más muscularmente, pues esto se consigue mediante el ejercicio. Simplemente los complementos son eso, complementos.
Hay mucha gente que llama a esta obsesión vigorexia. Nosotros simplemente lo llamaremos abuso de complementos, pues la vigorexia implica otro tipo de síntomas y acciones además de una ingesta excesiva de sustancias. Sea como sea, el exceso en la ingesta de complementos en ningún caso será saludable para el organismo, ya que la mayoría de este tipo de sustancias suele estar compuesta por principios activos como los aminoácidos, la glutamina....
El exceso de este tipo de nutrientes puede incidir directamente en los niveles del organismo y producir alteraciones en órganos como el hígado, los riñones… También un exceso de vitaminas es perjudicial, pues no debemos olvidar que muchos de estos complementos está enriquecidos con ellas. Grandes dosis de ciertas vitaminas como la D por ejemplo pueden resultar nocivas para la salud.
Es importante desde luego que no nos obsesionemos y sepamos si es necesario utilizar un complemento u otro. Para ello tenemos que tener claro lo que queremos conseguir con el entrenamiento, qué vamos a trabajar, el tipo de dieta que llevamos, pues tenemos que saber si recibimos los nutrientes adecuados para la actividad. Una vez controlado esto es hora de determinar si es necesario que nos ayudemos de un complemento, ya que no siempre lo vamos a necesitar. Aunque para disipar dudas es aconsejable que acudamos a un médico o nutricionista que nos guiarán mucho mejor.
Imagen | SXC
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