Las cifras de personas que tienen uno o varios síntomas de alteración mental como ansiedad o depresión son preocupantes. La parte del cerebro que nos ha hecho inteligentes y escalar como especie es también la que nos hace estar alegres o tristes. En la corteza frontal, esa parte evolutiva que nos dio ventaja sobre los demás animales, debe existir un equilibrio entre diferentes neurotransmisores. Hay muchos factores de los que depende dicho equilibrio, entre ellos nuestra dieta.
El efecto de la dieta en nuestro estado de ánimo y salud mental
Los trastornos mentales comunes, como los trastornos depresivos y de ansiedad, afectan a alrededor de 300 millones de personas en todo el mundo. Estas cifras suponen una carga elevadísima en coste sanitario y por supuesto en coste a nivel personal.
Ese tipo de trastornos mentales nos lleva al pensamiento negativo reflexivo en el que no controlamos lo que pensamos, nos preocupamos repetidamente sobre problemas y experiencias pasadas o futuras. Este comportamiento depende de complejos equilibrios implicados a nivel cerebral, como los famosos neurotransmisores GABA, entre otros muchos.
Para hacer frente a las altas cifras de trastornos mentales por ansiedad y depresión se busca de manera farmacológica y natural reequilibrar esas estructuras que han sido desequilibradas. Uno de los factores que cada vez cuenta con más evidencia científica es los nutrientes que introducimos en nuestro cuerpo con la dieta.
Existen varios estudios que han demostrado mejora en la depresión y ansiedad al tomar alimentos ricos en polifenoles, fibra, antioxidantes y grasas monoinsaturadas, reduciendo a su vez las grasas saturadas y el exceso de proteínas animales.
Un nuevo estudio publicado recientemente en la revista Nutritional Neuroscience ha intentado arrojar más luz sobre la asociación entre comida y salud mental evaluando la neuroquímica y la estructura de la corteza frontal. Esta parte del cerebro es causa de la evolución que nos ha hizo inteligentes, pero también por su complejidad nos puede hacer "tristes".
En línea a investigaciones anteriores, los autores sumaron evidencia al ver que una dieta poco saludable (alta en azúcar y grasas de mala calidad) desequilibraba la excitación e inhibición de los neurotransmisores, como el citado GABA anteriormente.
La corteza frontal alberga la sustancia gris que es la que nos hace inteligentes. Esta zona puede sufrir cambios debido a patrones dietéticos poco saludables, siendo las personas obesas capaces de modificar su estructura cerebral con los alimentos. Por lo tanto, para hacer frente a la ansiedad y depresión, así como evitar alteraciones del estado de ánimo, debemos seguir una dieta saludable.
¿Cuál es la dieta que "alegra" nuestro cerebro?
La base de cualquier dieta saludable, y por ello buena para la salud mental, son los vegetales, y en segundo lugar las frutas. Los alimentos integrales como cereales enteros, semillas y frutos secos son también grandes aliados para prevenir y tratar la ansiedad y la depresión.
A partir de ahí, se pueden añadir de manera complementaria otros alimentos naturales como lácteos, huevos y pescado, y en menor medida la carne. En el lado contrario encontramos todos los alimentos ultraprocesados que son dinamita para nuestro cerebro y altera drásticamente ese equilibrio que necesitamos para alejarnos de las alteraciones mentales.
Referencias
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