En Vitónica siempre hemos defendido al pan y hemos desmentido el mito de que engorda y hay que tacharlo de las dietas de adelgazamiento. Como cualquier alimento, el pan consta de nutrientes y calorías (y no muchas por cierto), pero su mala fama viene por su contenido en hidratos de alto índice glucémico, algo que pensamos que se nos acumulará en forma de grasa inmediatamente.
Desde que nos levantamos nuestro cuerpo nos está demandando energía y la mayor parte de esa energía proviene de la oxidación de hidratos de carbono, por tanto el pan es fundamental para contribuir a ese aporte energético, siempre que hablemos de un consumo razonable: una tostada por la mañana, un par de rebanadas a mediodía y un bocadillo por la tarde.
El problema con el pan es cuánto tomar y cuándo tomarlo. Está claro, como con cualquier otro alimento, que si tomamos mucha cantidad contribuimos a que tengamos más ingesta de calorías que gasto, por tanto contribuye a ganar peso. Y el cuándo tomar pan responde sobre todo a nuestro estilo de vida. Hemos dicho que los hidratos del pan son fuente de energía, pero si tomamos pan y luego no vamos a consumir energía (la cena es un ejemplo), ahí si es cierto que los hidratos como no van a utilizarse, van a almacenarse en mayor proporción como depósito de grasa.
El tipo de pan también influye mucho. Cuanto menos procesadas estén las harinas mejor, ya que el índice glucémico de ese pan no será tan alto, hablamos por tanto de elegir panes integrales con mayor cantidad de minerales y fibra (así el índice glucémico será menor) e intentar consumirlo lo más alejado posible de un periodo de descanso o inactividad, ya que esa energía no la vamos a necesitar. ¿Se puede consumir pan en las cenas?, sí, pero hay que controlar la cantidad, porque si nos comemos media barra seguramente parte de ella se nos almacene como depósito energético.
Por tanto podemos decir que el consumo de pan cuando pretendemos perder peso debe ser menor conforme se acerca la hora de acostarse. Sin problema por la mañana porque nos va a hacer falta como combustible, igual a mediodía sobre todo si por la tarde vamos a tener actividad y reducir su consumo por la noche que es cuando menos gasto tendremos. Todo ello teniendo en cuenta que la OMS recomienda consumir 200-250 gramos de pan al día, lo que viene siendo una barra de pan.
Imágen | rofi
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