Cuando intentamos adelgazar y no queremos dejar de consumir productos lácteos - bien por gusto o bien por necesidad - tendemos a recurrir a los lácteos desnatados, creyendo que nos ayudarán a perder peso o al menos a no engordar más. Sin embargo, la realidad es que no está demostrado que los productos desnatados o light nos ayuden a adelgazar. Es más, algunas investigaciones sugieren que las grasas enteras de yogures como el griego podrían estar relacionadas con menor grasa corporal.
Otro de los argumentos en contra de las grasas enteras de los lácteos es que esta podría aumentar el riesgo cardiovascular. Sin embargo, desde hace un tiempo se viene debatiendo cuánto de veraz es esa creencia y si es mejor consumir leche entera o desnatada. Un nuevo estudio nos da otro argumento más a favor de los lácteos enteros.
Según esta nueva investigación, no encontraron ninguna relación entre el consumo de grasas lácteas y las enfermedades cardiovasculares o el riesgo de sufrir un ataque cerebrovascular. De hecho, según estos investigadores, algunas de estas grasas lácteas podrían incluso proteger de sufrir un ataque grave.
Para llevar a cabo este estudio investigaron a más de 3.000 personas mayores de 65 años. Se midió los niveles de plasma de tres diferentes ácidos grasos que se encuentran en los productos lácteos. Las mediciones se hicieron en 1992, en 1998 y en 2011.
La intención del estudio era investigar a los largo de 22 años cómo múltiples biomarcadores de ácidos grasos presentes en los lácteos** estaban o no relacionados con las enfermedades cardiovasculares** y con todas las causas de mortalidad. Al hacer una evaluación del plasma, la medición resultaba más objetiva y a largo plazo que cuando se utilizan datos auto informados por los participantes.
Según los resultados que reportan, ninguno de dichos ácidos estaban asociados con datos de mortalidad total. Es más, según indican, uno de dichos ácidos estaba relacionado con menor riesgo de morir por enfermedades cardíacas. Aparentemente, las personas con mayor cantidad de ácidos grasos presentes en productos lácteos tenían hasta un 42% menos de posibilidades de morir por un ataque al corazón.
Investigaciones anteriores han mencionado los beneficios de algunas grasas presentes en los lácteos en nuestro organismo y metabolismo, como la CLA presente en el queso que ayudaría en la absorción, asimilación y aprovechamiento de las grasas.
Esta investigación es un paso más en la cada vez más creciente recomendación de que, en caso de que consumamos lácteos, los tomemos enteros con toda su grasa. Queda investigar más al respecto, para conocer si realmente la grasa de los lácteos puede resultar saludable, pero por el momento sabemos que mejor lácteos enteros que desnatados con mucho azúcar o edulcorantes.
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