Seguramente has escuchado hablar de lo nocivo que es el alto consumo de productos industrializados para la salud y del beneficio que tiene su reemplazo por alimentos frescos o "reales". Te contamos qué tan malos son los ultraprocesados para nuestra salud, revelando lo que dice la ciencia al respecto.
Ultraprocesados y sus componentes
Hablamos de ultraprocesados para referirnos a aquellos productos elaborados con métodos industriales e ingredientes que normalmente no podemos encontrar en el supermercado o en nuestra cocina, como por ejemplo jarabe de maíz de alto contenido en fructosa, aceites hidrogenados, aislados de proteínas de soja u otros alimentos así como aditivos diversos.
En este sentido, se sabe que los alimentos ultraprocesados poseen un perfil nutricional inferior a aquellos con menor grado de procesamiento, y que pueden ser fuente de azúcares añadidos, sal y grasas de escasa calidad en grandes proporciones.
Los alimentos ultraprocesados por lo general son prácticos, ya que se presentan listos para ingerir o precocinados; siendo en muchos casos comida rápida y barata para sumar a nuestra mesa.
Lo que dice la ciencia sobre los ultraprocesados y nuestra salud
Una gran cantidad de investigaciones vinculan la ingesta de alimentos ultraprocesados con una salud deteriorada o mayor presencia de enfermedades; sin embargo la mayoría son sólo estudios observacionales y por lo tanto muestran únicamente una asociación sin determinar una relación de causa- efecto.
En este sentido, una gran revisión publicada en 2024 estableció que el consumo de ultraprocesados se vincula con 32 problemas de salud, diferentes siendo mayor la evidencia para el vínculo por las muertes relacionadas con enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2, y problemas comunes de salud mental como ansiedad y depresión.
Esta investigación resulta valiosa debido a que incluye un gran número de personas (casi 10 millones), sin embargo no puede confirmar que la ingesta de ultraprocesados causa directamente una mala salud.
Por otro lado, muchos expertos cuestionan que dentro de los ultraprocesados existen una gran variedad de productos con nutrientes muy diferentes entre sí y mientras que un pan integral de molde rico en fibra puede ser de las alternativas menos perjudiciales, un refresco o un embutido pueden resultar de los ultraprocesados más nocivos.
Si buscamos ensayos clínicos que evalúen si los ultraprocesados están causando directamente problemas de salud, sólo existe un estudio publicado en 2019 de pequeño tamaño (sólo 20 adultos) en el cual se comprobó que la ingesta de ultraprocesados produce ganancia de peso debido a que incrementa la ingesta de calorías por día con respecto a quienes llevan una dieta no procesada.
Este estudio pequeño podría ayudar a explicar por qué los ultraprocesados causan enfermedades de diferentes tipos y puede deberse a su efecto adictivo, su mala calidad nutricional y principalmente a que desplazan alimentos mucho más saciantes y saludables para el organismo.
Asimismo, la combinación irresistible de hidratos, azúcares, grasas y sal que suelen tener los alimentos ultraprocesados, pueden provocar picos de azúcar en sangre que con el tiempo generan problemas metabólicos así como aumentan la inflamación y modifican negativamente nuestra flora intestinal, interfiriendo en muchos casos con hormonas importantes de nuestro cuerpo.
Aunque hacen falta más estudios que señalan el efecto directo que provocan el consumo ultraprocesados sobre nuestro organismo, al día de hoy no podemos dejar de aconsejar que se limite el consumo de estos productos altamente industrializados; y que por el contrario se priorice el consumo de alimentos frescos o mínimamente procesados y se intenté siempre que sea posible cocinar y comer en casa.
Como nutricionista, considero que de manera directa o indirecta el consumo ultraprocesados puede resultar dañino, especialmente porque como hemos dicho poseen una combinación irresistible de nutrientes que causan un efecto adictivo en nuestro cuerpo y por lo tanto, resulta difícil moderar su ingesta al punto tal de que no ocasionen problemas de salud.
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Imagen | Foto de portada: Polina Tankilevitch y foto 1: Caleb Oquendo.
