Los precocinados han llegado al mercado para facilitarnos la tarea de cocinar y ahorrarnos tiempo, pero no debemos olvidar que se trata de productos ultraprocesados y por ello, su calidad nutricional siempre es inferior a la de los alimentos frescos. Aun así, si quieres perder peso acudiendo ocasionalmente a platos precocinados, te mostramos cuáles puedes incluir en tu dieta.
Pastas, arroz y otros cereales precocinados
Debo reconocer que son las opciones que más me apetecen y me agradan para resolver una comida en cuestión de minutos, aunque siempre es fácil también su elaboración desde cero con nuestras propias manos.
Sin embargo, podemos acudir ocasionalmente a un cuscús precocido como el de Trevijano o una sopa de quinoa de la misma marca comercial. Estas opciones no tienen gran cantidad de grasas ni de sodio y son ricas en fibra y proteínas, por lo que sacian. Además, según declaran sus ingredientes no poseen azúcares añadidos.
También podemos acudir a un arroz precocinado o platos a base de este cereal como puede ser este arroz a banda con calamar de Just Married que no posee azúcares añadidos y que utiliza variedad de mariscos y pescado fresco en su elaboración. Otra buena alternativa es el risotto mediterráneo de Trejivano que incluye variedad de vegetales y casi no posee grasas ni azúcares añadidos en su composición.
Otras opciones pueden ser platos de pasta precocinadas tales como los canelones de espinaca y queso fresco de La Cocinera que según declara sus ingredientes, no añaden azúcar en su composición, o bien, esta pasta con verduras y pavo de Findus.
Platos con vegetales varios
Los platos con verduras y hortalizas son la mejor opción entre los precocinados, sobre todo, si en ellos podemos identificar el alimento entero al consumirlo.
Así, podemos acudir a un salteado de verduras campestres de Findus o un salteado de espinacas con gambas de la misma marca comercial.
Otras buenas y sabrosas opciones con las sopas y cremas de verduras, como esta de 7 verduras de Campo Rico o esta de calabaza de la misma marca. Ambas son muy ligeras y saciantes dado su gran contenido acuoso.
También son alternativas recomendables las espinacas con garbanzos de Campo Rico, el brócoli salteado a base de aceite de oliva extra virgen que es de los mejores aceites que podemos consumir, o la escalivada de la misma marca comercial.
Las conservas de toda la vida
Las legumbres de bote, aunque no son iguales que las secas, nos facilitan mucho la tarea al momento de cocinar y no poseen mala calidad nutricional, por lo tanto, podemos usarlas para una guarnición o un segundo plato si mezclamos una quinoa precocida con una lata de lentejas o garbanzos cocidos y vegetales al vapor por ejemplo.
Asimismo, podemos elaborar tacos de lechuga con lentejas de bote, garbanzos con maíz salteado usando una lata de esta legumbre en conserva o bien, unas judías blancas con juliana de verduras al curry.
Asimismo, podemos acudir a un atún al natural o en aceite de oliva extra virgen para acompañar un precocinado de verduras y así, lograr una cena completa en segundos.
Las conservas y enlatados de toda la vida también son buena opción para incorporar ocasionalmente a la dieta, sin cocinar y comer sano.
Precocinados caseros
Una mucho mejor alternativa son los precocinados caseros, es decir, en lugar de acudir a platos como los antes dichos ocasionalmente, sólo cuando no tenemos otra opción, podemos consumir a diario platos precocinados caseros, aunque por supuesto, necesitaremos dedicar tiempo a la cocina aunque sea una vez a la semana.
Podemos así crear salteados de pasta y vegetales y congelar, congelar verduras al vapor para descongelar en microondas segundos antes de consumir, o bien, dejar cocida quinoa, cuscús, arroz u otros cereales y calentar o congelar.
También es posible cocinar en la plancha o al vapor pechuga de pollo o pavo, pescados y carnes magras y congelar en trozos o enteros para consumir cuando lo necesitemos.
Si somos organizados también podemos crear nuestros propios precocinados de los cuales no debemos preocuparnos por su calidad, ya que de seguro siempre serán mejor opción que las producidas industrialmente.
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Imagen | iStock y Pixabay
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