Entre las frutas que encuentran su mejor temporada de consumo por estos meses pero que igualmente podemos degustar casi todo el año, se hace presente la manzana. Te contamos sus propiedades, beneficios y cómo usarla la cocina.
Propiedades de la manzana
Al igual que la mayor parte de las frutas, la manzana es fuente de hidratos complejos en proporciones moderadas (11%) y constituye una excelente fuente de fibra para el organismo, aportando mínimas proporciones de proteínas y grasas.
Entre los micronutrientes que destacan en la manzana se encuentra el potasio así como las vitaminas del grupo B; ofreciendo al mismo tiempo, pequeñas proporciones de vitamina A, calcio y vitamina C.
Las manzanas poseen un alto nivel de compuestos fenólicos con efecto antioxidante y antiinflamatorio para el organismo que pueden presentarse en menores o mayores proporciones, de acuerdo a la producción y cultivo de las mismas.
Los beneficios de la manzana
Ésta fruta fresca al igual que otras, puede ofrecer antioxidantes, vitaminas, minerales y otros compuestos beneficiosos para el organismo, sin muchas calorías; siendo por ello, un alimento que puede contribuir a perder peso cuidando la salud del organismo.
La manzana en particular, es una fruta que se ha asociado a un menor riesgo cardiovascular debido sobre todo, a su riqueza en polifenoles.
En este sentido, se sabe que el consumo de manzana de forma fresca y entera, reduce los niveles de colesterol en el organismo así como la presión arterial y la presencia de citoquinas inflamatorias.
Asimismo, como otras frutas frescas, la manzana puede contribuir a la prevención de la diabetes si se incluye junto a otros hábitos de vida saludables y en el marco de una dieta de calidad.
Por último, es importante aclarar que la manzana puede ser muy bien tolerada si se consume cocida, y es especialmente aconsejada de esta forma en quienes sufren de gastritis, ya que su fibra resulta más fácil de digerir.
Cómo usar la manzana en la cocina
Para aprovechar sus compuestos antioxidantes y toda su fibra recomendamos consumir la pieza de manzana entera y fresca, sin someter a cocción. No obstante, también podemos obtener beneficios con platos que incorporan la manzana cocida, especialmente si llevamos una dieta blanda.
Así, podemos incluir manzana para dar sabor sabor dulce a unas galletas y prescindir del azúcar o bien para elaborar unos gofres con chocolate y avena.
También podemos preparar unas manzanas asadas al microondas con salsa de arándanos para el postre, una tarta fitness de manzana, avena y almendras, un puré de manzana con romero ideal como guarnición, una mermelada sin azúcar o un curry con ternera y calabaza.
Si buscamos incluir la manzana fresca en platos diversos, podemos preparar unas brochetas de frutas frescas para consumir entre horas o bien para el postre, así como también sugerimos una ensalada Waldorf u otras que incluyan ésta fruta sin someter a cocción.
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