En Vitónica siempre estamos hablando de los músculos y sus características sin apenas reparar en la composición de los mismos. Ya sabemos que en nuestro cuerpo existen infinidad de grupos musculares y cientos de músculos concretos. Cuando nos referimos a un músculo solemos pensar en un todo, un cuerpo uniforme que se encarga de mover nuestro cuerpo, cuando en realidad no es así, pues los músculos están formados por fibras que vamos a analizar a continuación.
Los músculos generan la fuerza y la resistencia que nuestro cuerpo va a necesitar a la hora de realizar cualquier actividad. Son los encargados de mover los huesos y con ello todo nuestro cuerpo. Por este motivo, y para entender mejor su funcionamiento es necesario saber los tipos de fibras por las que están compuestas los músculos, que serían las fibras de contracción lenta y las fibras de contracción rápida que cada individuo posee en diferente proporción, pues no existe un número exacto para las mismas, ya que esto tiene mucho que ver con la genética de cada uno.
Todos los músculos del cuerpo contienen ambos tipos de fibras, y la proporción de éstas en cada uno no es siempre igual, por lo que tenemos más facilidad de trabajar con un músculo que con otro o de realizar un tipo de acción o ejercicio que otro. Las características de ambos tipos de fibras quedan determinadas en una fase temprana de la vida, ya que se trata de algo que establece la genética. La manera de diferenciar un tipo de fibra u otro es a través de la unidad conocida como neurona. En el caso de las fibras de contracción lenta una neurona inervaría a un grupo que va desde las diez a las ciento ochenta fibras, mientras que en las de contracción rápida una sola neurona inervaría a un grupo de fibras que va de trescientas a ochocientas.
Las cualidades de las fibras son diferentes y están bien definidas. En el caso de las fibras de contracción lenta son aquellas que tienen una gran resistencia aeróbica. No se trata de fibras preparadas para explosionar a la hora de vencer una carga o un peso, sino que están preparadas para optimizar la energía y aprovecharla al máximo, haciendo que resistamos más frente a una determinada actividad. Por ello estas fibras se utilizarán a la hora de realizar actividades de baja intensidad en las que la resistencia es esencial. Un claro ejemplo son las pruebas de maratón, en las que es necesario hacer acopio de la resistencia corporal.
Cuando nos referimos a fibras musculares de contracción rápida nos referimos a tejidos que no están preparados para resistir, sino para producir energía rápida de manera anaeróbica. La fuerza que generan es elevada y rápida, pero su nivel de resistencia es bajo, por lo que enseguida se fatigan. Por ello que se utilicen a la hora de llevar a cabo pruebas breves en las que el requerimiento de energía rápida de explosión es máximo. Estas fibras son las que se movilizan a la hora de elevar una carga o cuando corremos distancias cortas en poco tiempo para obtener los mejores resultados.
Por este motivo no todos nosotros estamos preparados de la misma manera para el desempeño de una actividad o de otra, y es que a pesar de que tenemos los dos tipos de fibras en nuestro organismo, siempre resaltaremos más en un tipo de actividad y tendremos nuestro organismo predispuesto mejor a la hora de llevar a cabo un tipo de ejercicio. Al fin y al cabo nada podemos hacer frente a la genética y sus caprichos.
Imagen | EUSKALANATO
En Vitonica | Fibras de contracción rápida y lenta
En Vitonica | La flexibilidad no está reñida con un buen desarrollo muscular
En Vitonica | Cómo influye nuestra cantidad de fibra muscular en el desarrollo de los músculos
Ver 9 comentarios