Acabamos de conocer una curiosa noticia en la que mencionan la prohibición de correr escuchando música. Al parecer, durante la última maratón que se celebró en la ciudad de Nueva York se confiscaron todos los reproductores musicales que llevaban los participantes para evitar... llamémosle el dopaje o euforia emocional que suministraría la música.
La medida la adoptó la Federación estadounidense de atletismo y es respaldada por algunos profesionales que argumentan que la música imposibilitaría controlar de manera adecuada los tiempos, atender a las instrucciones que pudieran dar los jueces de la competición o hablar con otros corredores.
Como bien dice la noticia, ¿y qué pasa con aquellos participantes no profesionales que lo único que pretenden es correr por puro placer?, la polémica está bien servida. El carácter lúdico queda ofuscado y más cuando se descalifica a los participantes por querer llevar consigo la música. Nos parece una medida desproporcionada, quizá sería interesante discernir entre quienes corren de manera profesional o de forma lúdica.
La policía de Nueva York que veló por el buen desarrollo de la prueba no daba crédito a la nueva normativa, de hecho, si hubieran tenido que cachear a los 38.000 participantes del evento, la prueba no se hubiera realizado. Si esta nueva normativa se populariza y se extiende por el resto de maratones que se realizan en todo el mundo, muchos grandes atletas terminarán realizando huelga de pies caídos. Tachar a la música como algo que desestabiliza emocionalmente y físicamente durante una competición es algo que muchos consideran un total absurdo.
Vía | El Mundo Más información | Federación estadounidense de atletismo
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