Cuando el mal tiempo arrecia y la lluvia y el frío copas nuestras calles es imposible en la mayoría de los casos salir a practicar carrera al aire libre, por lo que no nos queda más remedio que seguir realizando esta actividad aeróbica en interior. La cinta de correr acaba siendo nuestro aliado para seguir practicando carrera en invierno. A pesar de todo es importante que tengamos en cuenta una serie de consejos para seguir realizando esta actividad en interior.
Como todos sabemos el ejercicio aeróbico es necesario si queremos mantener una correcta salud cardiaca. Correr es una de las mejores maneras de eliminar calorías a la vez que hacemos que el sistema circulatorio entre en acción, lo mismo que el respiratorio. Por este motivo es una actividad que debemos practicar a lo largo de todo el año, y realizarlo en interior debe tener una serie de pautas que vamos a ver a continuación.
En primer lugar es necesario que imitemos las condiciones que tenemos cuando salimos a correr al exterior. Por un lado el terreno no es siempre regular, por lo que la cinta debe adaptarse para lograr el mismo efecto. Algo similar sucede con la resistencia que el viento opone al desarrollo de la actividad. Para conseguir un efecto similar es importante que añadamos un grado de inclinación a la cinta de andar. A medida que llevamos a cabo la actividad debemos alternar fases de elevación de la cinta con otras de menos inclinación, ya que de esta manera lograremos imitar los desniveles del terreno a la perfección, alternando periodos de subida con otros de bajada.
La cinta es imprecisa a la hora de subirnos sobre ella, ya que las distancias que se marcan muchas veces son imprecisas, por este motivo es recomendable que nos guiemos por las pulsaciones en vez de tener como referencia la distancia, que es lo que hacemos cuando practicamos carrera en el exterior. No podemos guiarnos por las máquinas, ya que la mayoría no suelen ser del todo precisas.
Cuando realizamos carrera en interior la temperatura es mayor que si salimos a correr a la calle, por este motivo debemos tener cuidado a la hora de ingerir líquidos, ya que el peligro de deshidratación es mayor, por lo que es necesario que ingiramos mayor cantidad de líquidos que si corremos en la calle. Esto es algo que no podemos pasar por alto, ya que muchas veces se nos olvida y corremos el riesgo de una gran pérdida de líquidos.
A pesar de no poder salir a correr a la calle por la temperatura que hace fuera, es aconsejable que por lo menos en una ocasión a la semana seamos capaces de salir a correr para no perder el contacto con el terreno real, ya que las condiciones que tenemos en el interior no son las mismas que hay en la calle en lo que a suelo se refiere, por ello no debemos perder el contacto con este medio a pesar de que el tiempo no nos permita salir fuera.
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