Creo que a estas alturas ningún corredor se va a sorprender cuando lea que correr es una actividad agresiva para las articulaciones. Sin embargo, sus beneficios también son dignos de resaltar. El problema surge con las grandes distancias, como la maratón.
Correr una maratón desgasta el cartílago articular, y cuanto más rápido se corra, mayor es el desgaste. Esto es algo que la comunidad científica y los propios corredores ya intuían. Hoy, vemos un estudio que lo ha certificado con datos.
Más allá del desgaste que podemos suponer que ocurre por el contacto repetido de las partes en la articulación, en el estudio se aprecian los cambios en el metabolismo del cartílago articular. Las responsables son las adipoquinas, moléculas que regulan el metabolismo energético, pero que recientemente también se ha visto su influencia en la degradación del cartílago articular.
Algunas de estas adipoquinas, como la enzima MMP-3, responsable de la descomposición del colágeno, aumentaba sus niveles tras una maratón. Este aumento va de la mano con los niveles de proteína "resistina", responsable de la degradación del cartílago. Y, a mayor velocidad de carrera, mayor es el aumento de los niveles de estos marcadores.
En definitiva, moléculas importantes que regulan el metabolismo cuando hacemos deporte, también van a ser capaces de influir en nuestro cartílago articular, sobre todo en largas distancias y cuando las corremos a mayor velocidad.
Con investigaciones como esta, vemos la importancia que tiene el trabajo preventivo para la articulación, al igual que saber planificar los maratones a correr en la temporada, sin pasarnos (sobre todo si buscamos hacer marca). Correr es muy saludable, pero también produce un desgaste en nuestro sistema músculo-esquelético del que debemos ser conscientes.
Vía | Blog de J.L. Chicharro
Más información | Estudio original: Running a Marathon Induces Changes in Adipokine Levels and in Markers of Cartilage Degradation – Novel Role for Resistin
Imagen | Thinkstock
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