Para los que tienen pensado presentarse a su primera carrera dentro de poco, y también para aquellos que llevan mucho tiempo corriendo, tenemos este pequeño manual del buen corredor. Para evitar convertirnos en lo que Runer Enfurecido llama #RunnerdeMierda (escatológico pero acertado nombre) no basta solo con entrenar: también habrá que cumplir con una etiqueta que nos haga buenos corredores.
Colócate en tu cajón de salida
Prácticamente en todas las carreras tenemos ya distintos cajones de salida en los que deberemos colocarnos según el tiempo estimado que queremos hacer o según cuál sea nuestra mejor marca en la distancia que vamos a correr. Uno de los mandamientos del buen corredor es salir siempre desde el cajón que te corresponde, y no colarte en el de los runners que van más rápido.
La tentación de ponernos en primera fila y de salir en la foto del arco de salida es grande, pero si sabes que no eres capaz de mantenerte en la cabeza de la carrera puede ser hasta peligroso. Ídem para los corredores muy rápidos que salen en los últimos cajones: ver cómo adelantas a mucha gente es motivador y muy goloso, pero puede suponer un riesgo para ti y para los demás.
La idea de los cajones de salida en las carreras es que no se produzcan estos adelantamientos tan bruscos que pueden provocar caídas, y que los corredores que salgan al principio no frenen a los demás. Sé consciente de tus posibilidades y de tus límites y sal en el cajón que te corresponde.
No recortes en las esquinas
FOTO DE 5 DE LOS #RUNNERDEMIERDA MÁS RÁPIDOS DEL PLANETA: pic.twitter.com/JYfEKHcy4v #recortadores #DubaiMarathon via @IsidroRunninges
— RUNER ENFURECIDO (@runerenfurecido) 26 de enero de 2015
Sí, hasta los corredores más rápidos lo hacen en ocasiones, pero eso no quiere decir que esté bien. El recorrido de una carrera es el que es: ya os contamos en una ocasión cómo se mide una carrera de forma oficial, y en ningún caso esa medida pasa por encima de las aceras al doblar una calle.
De nuevo, una práctica bastante fea y peligrosa al mismo tiempo: no solo por ti, que puedes hacerte daño al subir y bajar de las aceras, sino también porque puede haber viandantes en ese momento cerca y puedes llevártelos por delante.
Sé civilizado en los avituallamientos
Otro de los momentos de mayor tensión en una carrera suelen ser los avituallamientos. Lo primero que tenemos que pensar es en llegar hasta ellos de forma segura, sin ponernos en riesgo nosotros ni al resto de los corredores. Es decir: no te cruces de repente toda la calzada a toda pastilla para llegar a las botellas de agua. Los avituallamientos suelen ser bastante largos, y tienes tiempo para llegar hasta ellos de forma progresiva. Lo mismo ocurre al volver a la carrera.
Aunque la mayoría de los corredores bebe agua o toma geles en marcha, hay otras personas que prefieren detenerse para beber de forma cómoda. Si lo haces, asegúrate de pararte en un lugar donde no obstaculices el camino de los corredores que vienen detrás, sobre todo si no quieres terminar arrollado.
Por último, en todas las carreras hay contenedores o grandes cajas donde tirar las botellas vacías, los envoltorios de los geles o, especialmente peligrosos, ya que resbalan, los tapones de las botellas. Mención especial si estamos en una carrera en la naturaleza: si te tomas un gel, no dejes el envoltorio tirado en la montaña. Guárdalo y tíralo en la meta.
Adelanta (y déjate adelantar) con precaución
Como en la carretera, lo normal a la hora de adelantar es hacerlo por la izquierda siempre y cuando sea posible. Asegúrate de hacerlo en condiciones de seguridad, dejando una cierta distancia entre ti y la persona a la que vas a adelantar.
Es importante que tengamos esto en cuenta sobre todo en carreras multitudinarias, donde muchas veces corremos muy pegados y pueden producirse accidentes. Debemos estar atentos a todo lo que nos rodea para evitar accidentes en la medida de lo posible (ojo sobre todo si llevas cascos mientras corres).
Si te van a adelantar, déjate adelantar: esto puede sonar a perogrullo, pero a día de hoy sigue habiendo gente que, cuando se da cuenta de que otro corredor les va a pasar, saca los codos para evitarlo. Seamos civilizados, por favor, que seguramente no nos va la vida en ello.
¿Foto finish? Sí, pero sin estorbar al resto
Las cámaras de los teléfonos móviles son un arma de doble filo: por un lado nos permiten capturar preciosos momentos, pero por otro favorecen que muchos runners se queden parados delante del arco de meta para hacerse una foto con el crono. Esto crea verdaderos tapones humanos en un sitio tan peligroso como es la meta de una carrera, donde la mayoría de los runners esprintan en un último esfuerzo (si habéis corrido la San Silvestre los últimos años, sabréis de lo que hablo).
Por mucho que la organización de la carrera se esfuerce por mover a la gente y evitar que se queden en la línea de meta, siempre hay alguno que saca el móvil para hacer la foto. Esto es peligroso: entorpeces a los que llegan y además te pueden arrollar. Muévete unos cuantos metros más adelante y utiliza el zoom de la cámara: será más seguro para ti y para todos.
No fotocopies los dorsales
#PremiosRE2015: #RUNNERDEMIERDA DEL AÑO, A LA CHUPI-PANDI DEL DORSAL 272 DE LA MEDIA DE MORATALAZ. IMPRESENTABLE!! pic.twitter.com/2KOVTmXXJO
— RUNER ENFURECIDO (@runerenfurecido) 7 de enero de 2016
Si quieres participar en una carrera, hay que pagar la entrada: es así de sencillo. Vas a disfrutar de unos servicios que tienen un coste (a veces exagerado, eso seguro), pero si quieres disfrutarlos lo correcto es pagar el precio estipulado.
Correr con un dorsal fotocopiado, además de ser una mala práctica, te deja fuera del seguro de responsabilidad civil y sanitario de la carrera. Si te pasa algo mientras estás corriendo, la organización no se puede hacer responsable y tú correrás con los gastos. Si muchas personas corren sin dorsal o con un dorsal fotocopiado en una carrera puede haber problemas de aforo (sí, aunque se corra en la calle), escasez en los avituallamientos, apelotonamientos en ciertos puntos del recorrido... Si quieres participar en una carrera, paga el dorsal.
¿Cumplís con estos cinco puntos del manual del buen corredor? ¿Se os ocurren otros que podamos añadir? ¡Contádnoslo en los comentarios!
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