Más de 5.000 atletas nos dimos cita en el paraje natural de Les Comes de Sererols y disfrutamos de la lluvia, el barro, la montaña y los obstáculos. Deportistas profesionales, equipos de gimnasios y aficionados al deporte corrimos en alguna de las tres modalidades para alcanzar la gloria espartana.
La carrera: una montaña en toda regla
Hace unos meses hice la distancia Sprint en Madrid (¿os acordáis? Os lo contamos en este post), con 5 kilómetros y 15 obstáculos. Esta vez me lié la manta a la cabeza y me fui a por la Súper, con 13 kilómetros de recorrido y más de 20 obstáculos, ¿quién dijo miedo?.
La localización escogida para el evento fueron la montañas de Les Comes en Súria, a unos 15 kilómetros de Manresa. Y cuando digo montaña es porque aquello fue montaña pura y dura, con un gran desnivel positivo, mayor en la categoría Beast, de 21 kilómetros y 35 obstáculos.
Durísimo el ascenso entre las piedras ya al comienzo de la carrera: cuestas muy acusadas que te hacían temblar las piernas y subir las pulsaciones de forma frenéticamente sólo con ir caminando, ni siquiera hacía falta correr. Lo de Madrid fue un paseo comparado con esto.
Los obstáculos: barro para dar y regalar
Piscinas (sí, sí, piscinas) de barro que había que atravesar nadando o incluso buceando (me costó lo mío meter la cabeza por debajo del barro) para pasar por debajo de los troncos. Las pruebas de barro se encontraban a lo largo de todo el recorrido, por lo que inevitablemente estabas los 13 kilómetros empapado hasta las orejas.
Otras pruebas de fuerza como levantar un peso con una polea, mover un neumático, trasladar un tronco de árbol... Completaban un recorrido totalmente de montaña, con sus caminos estrechos y resbaladizos.
Mi experiencia en la Reebok Spartan Race Súper
Si tuviera que resumirlo con una palabra diría "durísima". En serio, lo repito: nada que ver con lo que vivimos en Madrid. La localización hizo mucho: el terreno de pura montaña rodeada de vegetación fue a la vez una compañera preciosa y traicionera.
No me preguntéis cómo lo hice, pero perdí a mi equipo en el primer obstáculo, así que allí me vi yo recorriendo sola los 13 kilómetros. Eso hizo que para mí fuera muy duro psicológicamente: no os engaño si un par de veces, cuando pasas por delante de la línea de meta pero te mandan otra vez la montaña, pensé en abandonar. Pero, ¿somos espartanos o no somos espartanos! ¡Había que terminar!
Los últimos obstáculos, al llegar agotada tras toda la carrera, se me hicieron muy cuesta arriba, pero eso no me impidió terminar y ganarme mi segunda medalla de espartana.
¿Quién se apunta a la Beast para 2015?
Imágenes y vídeo | Reebok
En Vitónica | Spartan Race: ¡Vitónica es espartana!
Ver 16 comentarios