El método 'no poo' o no champú es una tendencia surgida en los últimos años que aboga por no usar champú para lavar el cabello, y en su lugar propone recurrir exclusivamente al agua de grifo u otras sustancias, como el bicarbonato o el vinagre. ¿Pero es realmente una técnica beneficiosa para el bienestar de nuestro cabello? Hablamos con dos expertas para desgranar esta teoría y entender cómo puede afectar a nuestra salud capilar.
"Sus defensores creen que al no usar champú el pelo producirá menos grasa, se mantendrá limpio más tiempo y así evitarán los componentes químicos que pueden contener los champús comerciales", expone Anaya Fernández Díez, directora médica en la Clínica Bojanini Experts de Madrid.
Pero nada más lejos de la realidad. La experta en soluciones capilares asegura que, desde el punto de vista médico, es una tendencia peligrosa: "El champú es primordial para la higiene del cabello y el cuero cabelludo. Además, en muchas ocasiones utilizamos precisamente champús con componentes específicos para tratar patologías del cuero cabelludo, como puede ser la dermatitis seborreica o la psoriasis".
Helena Rodero, farmacéutica especialista en cuidado facial y capilar, subraya que la necesidad primordial del cuero cabelludo es, básicamente, la limpieza. "Tenemos que mantener un pelo limpio, al igual que mantenemos un rostro y un cuerpo limpio. Aunque es cierto que no tienen las mismas necesidades toda la piel de todo nuestro organismo y por eso hay que ir adaptándolas", garantiza.
En este sentido, Fernández Díez añade que no hemos de tener miedo a los componentes irritantes que puedan contener algunos champús, ya que también se pueden encontrar en cualquier cosmético, y no por ello dejamos de utilizar cremas hidratantes, fotoprotectores o limpiadoras faciales. "Es más, debemos hacerlo si también queremos cuidar nuestra piel", matiza.
Además, nos recuerda que la Unión Europea regula periódicamente la composición y el porcentaje de cada componente presente en los cosméticos, para evitar precisamente esto, productos que irriten, causen alergias o cualquier otro problema a los pacientes.
Nuestro cuero cabelludo produce grasa diariamente a través de las glándulas sebáceas, que están anexas a los folículos pilosos. Por eso, recalcan la importancia de que esta grasa se limpie regularmente: "Si no lo hacemos, aumenta el riesgo de crezcan microorganismos y con ello se produzcan infecciones".
El problema se centra en que la mayor parte de las personas son incapaces de lograr controlar la grasa sólo con agua o con bicarbonato, que puede llegar a irritar el cuero cabelludo e incluso producir cambios de color. "No lavar el pelo en absoluto no hace que no produzcamos nada de grasa, cada persona produce una cantidad diferente de grasa dependiendo de sus características individuales y no sólo del número de veces que nos lavemos el cabello", afirma Fernández Díez.
En cualquier caso, las expertas consultadas coinciden en que éste se ensucia más por la propia grasa que producimos nosotros, debido a que el cuero cabelludo tiene muchos folículos pilosos y tendrá muchas glándulas sebáceas que producirán una grasa determinada dependiendo, sobre todo, de las hormonas.
Hay personas que producen mucha grasa y otras que no necesitan un lavado tan frecuente. "Lo importante es importante limpiar el cuero cabelludo cuando está sucio para evitar problemas a largo plazo, como las infecciones tipo dermatitis seborreica y caspa, que surgen cuando no nos lavamos con el producto adecuado o todo lo frecuente que deberíamos", recoge Rodero.
¿Cuántas veces tengo que lavarme el pelo a la semana?
Ambas expertas señalan que no hay un número fijo de veces para lavar el cabello a la semana. "Eso depende de cada persona, de sus condiciones hormonales, si se lo ensucia frecuentemente porque se lo toca o hace deporte, si usa productos que lo ensucian, como las lacas, gominas... o si está expuesto a contaminación ambiental, polución, etc. En función de todo ello necesitaremos lavarlo en mayor o menor número de ocasiones".
En definitiva, manifiestan que debemos lavarnos el cabello regularmente, por higiene, para prevenir infecciones y para mantener un cabello y un cuero cabelludo sanos.
"Cada persona necesitará lavarlo un número de veces diferente en función de sus características individuales, utilizando para ello un champú adecuado a su tipo de cabello y a las características de su cuero cabelludo, de hecho, en ocasiones recomendamos alternar dos champús, uno más suave y/o neutro, junto con otro que contenga características especiales para limpiar y tratar el cuero cabelludo", concluye la directora médica de la clínica de Giovanni Bojanini, en Almagro 44, Madrid.
En concreto, lo ideal sería días alternos o dos días a la semana. En casos extremos se podría llegar a lavar el cabello todos los días, si nuestro cuero cabelludo es muy graso, y una vez a la semana si es muy seco.
¿Qué productos debo utilizar?
En cuanto a los productos de lavado, Helena Rodero apunta que siempre que hablamos de champú es porque es un producto destinado a producir una detergencia y una limpieza, pero personalizando según nuestro cuero cabelludo: "Es decir, según la necesidad de nuestro cuero cabelludo seleccionamos el champú, no seleccionándolo con el tipo de cabello. Y ahí está el problema. La gente normalmente se limpia mal el cabello. El champú se utiliza solo para limpiar el cuero cabelludo y la gente se lo restriega por todo el cabello".
Por eso, cuando usamos un champú en el resto de la fibra, lo que hacemos es dañarla ya que frotamos en exceso y eso hace que se levante la cutícula. Al levantarse, se produce encrespamiento y pérdida de cutíla. Es decir, hay un daño en la fibra capilar: "La parte viva del cabello está por debajo del cuero cabelludo y por eso hay que tener un cuero cabelludo sano".
En definitiva, con el método de 'no poo' o no champú lo que se hace es limpiarse el cuero cabelludo con bicarbonato, que actúa como un exfoliante físico. Esto, en los más sensibles o secos puede producir una irritación y alteraciones en el mismo. Además, el bicarbonato tiene un pH muy alto que provoca que la cutícula se abra con problemas de irritación y dañe la parte de la raíz. "También hacen baños con vinagre, pero esto es jugar a los experimentos como si fueran químicos porque este producto tiene un pH demasiado bajo y puede dañar igualmente", explica.
En cualquier caso, si utilizásemos bien el champú no tendríamos tanto daño capilar y no existirían estos extremos basados en plantearnos no lavarnos el pelo. "Es porque usamos mal los productos. Si tenemos un cuero cabelludo normal hemos de lavarlo con un champú neutro, suave, unos dos días a la semana. Con uno graso, alternaremos champú de cuero cabelludo graso con un champú suave para no desengrasar en exceso y producir, por tanto, que salga más grasa", concluyen.
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