Un calambre muscular es una contracción involuntaria, que suele ser breve pero sostenida, de uno o más músculos. Suele transitar con dolor e incomodidad y por ello, todo lo que podamos hacer para evitar su desarrollo suma. Te contamos cómo puede ayudar tu dieta a prevenir calambres musculares.
Electrolitos, hidratación y calambres musculares
Aunque las causas de los calambres musculares pueden ser diversas y hay mucha incógnita acerca del principal factor de riesgo para su desarrollo, se sabe que un desequilibrio hidroelectrolítico en el organismo puede propiciar la presencia de los tan molestos calambres.
Debido a que algunos minerales intervienen en la transmisión del impulso nervioso y son indispensables para una adecuada contracción muscular, niveles alterados de los mismos puede dar lugar a calambres.
Este es el caso del calcio, potasio o magnesio, cuyo déficit puede ser un factor causal así como también, la deshidratación con desequilibrio entre los niveles de agua y los minerales antes dichos.
La toma de diuréticos puede propiciar desequilibrios entre minerales y agua y ser la razón de nuestros calambres como señalan expertos de la Clínica Mayo.
Por eso, una dieta que ofrece calcio, potasio o magnesio en cantidades adecuadas así como, que favorece la hidratación puede ser de gran ayuda para prevenir calambres.
Por eso, recomendamos que no falten en nuestra dieta habitual las frutas y verduas frescas, las legumbres, los frutos secos y semillas, o los lácteos fuente de calcio. Asimismo, es nuestro consejo beber agua en suficientes proporciones, cuidando sobre todo su consumo en verano y antes, durante y después del ejercicio físico.
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