Todos sabemos que la Navidad es una época caracterizada por los excesos alimenticios y la poca actividad física. Es un momento del año en el que nos juntamos con la familia y lo festejamos comiendo manjares que el resto del año no solemos llevarnos a la boca, y que en esta época nos dejamos llevar y cargamos el cuerpo de altas cantidades de calorías y grasas que nos harán ganar peso en muy poco tiempo. Para evitar esto es necesario que nos pongamos manos a la obra y sepamos como evitar este aumento de peso, para ello es necesario que sepamos compensar todas las comidas que vamos a llevar a cabo en Navidad.
A pesar de estar de fiesta el cuerpo no necesita más calorías que de costumbre, y es que incluso son menos las que necesitamos para permanecer en perfectas condiciones, ya que la actividad física es menor, debido a que casi todos nosotros estamos de vacaciones o pasamos unos días sin trabajo. Por este motivo debemos evitar acumular calorías innecesarias que nos harán ganar peso.
A lo largo de la jornada todos nosotros solemos realizar diferentes comidas, y es que el organismo se rige por una serie de biorritmos que nos marcan los tiempos en los que el cuerpo nos va a pedir alimento. Es importante que cuando esto sucede sepamos responderle de la manera adecuada. Normalmente solemos ingerir alimento varias veces al día, de modo que no pasemos hambre. Algo similar debe pasar en estas fechas, pero debido a las grandes comilonas que nos vamos a pegar es importante que sepamos compensar unas comidas con las otras.
Para lograr esto es necesario que nos reservemos para la cena o la comida especial en la que sabemos que vamos a comer gran cantidad de alimentos de un alto contenido calórico. La forma de hacerlo será intentando ingerir a lo largo de la jornada un número mínimo de calorías para no acumularlas en el organismo y lograr así un aumento de peso. Esto es lo que se conoce como compensación, y es importante que lo llevemos a cabo para mantenernos en perfectas condiciones.
Para compensar adecuadamente y no pasar hambre en Navidad debemos realizar las mismas comidas que siempre solemos llevar a cabo, pero hay que cambiar los alimentos que vamos a ingerir. En vez de llevarnos a la boca un bocadillo, o un plato de comida cargada de calorías, lo sustituiremos por una sencilla ensalada llena de vitaminas y con casi ninguna caloría. Lo mismo sucede con la fruta, ya que es una de las mejores formas que existen de conseguir matar el hambre antes de una comilona de Navidad sin un aporte calórico importante.
Realizar este acto nos ayudará a evitar la acumulación innecesaria de peso en Navidad sin pasar hambre y manteniendo un correcto equilibrio corporal. Además, el alto aporte de vitaminas y minerales que nos aportará este tipo de alimentación nos ayudará a recuperarnos de los excesos propios de estas fechas.
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