La fruta es, probablemente, uno de los alimentos más saludables que podemos consumir sin duda alguna. Nos aporta fibra, agua, vitaminas, hidratos, antioxidantes y un largo etc. de propiedades beneficiosas.
Sin embargo, por muy tentador que pueda parecer, esto no significa que podamos alimentarnos únicamente con fruta. Según algunos medios esto es, precisamente, lo que ha intentado el jugador del Celta, Pione Sisto, durante 21 días. El resultado os sorprenderá. O, más bien, no.
El jugador de fútbol ha ido documentando los 21 días en una de sus cuentas de Instagram dedicadas a la nutrición y es allí donde contó los problemas que la dieta a base de fruta constante le ha causado. Lo llamativo es que el jugador cuenta que la limpieza a la que se había sometido había empezado a funcionar dos días antes, pero había tenido que dejarlo porque llegó a "profundizar tanto en su interior" que perdió el control sobre sus emociones, pero que pensaba volver a la dieta en unos días.
Los peligros de la dieta frutariana
Uno de los principales problemas de la dieta frutariana es que el consumo de proteínas se ve drásticamente reducido. La falta de proteína puede causarnos algunos problemas como fallos renales, pérdida excesiva de peso, sarcopenia o pérdida muscular.
Otro de los riesgos es que no consumimos ningún tipo de grasa y estas son necesarias para regular nuestra temperatura corporal, la elaboración de hormonas, etc. El consumo de grasas saludables facilita la absorción de algunas vitaminas, ayuda a prevenir enfermedades, mejoran el rendimiento físico, etc. Mantener unos niveles de grasa adecuados ayuda a mantener estas funciones vitales.
Además, no debemos olvidar la pérdida de vitaminas provenientes de otros alimentos como las vitaminas B - concretamente las B12 -, pero también de calcio, zinc, etc. Por supuesto, es una dieta que no se puede mantener durante un largo tiempo y tampoco nos enseña a comer de forma saludable ni unos buenos hábitos.
Eso sí, en cuanto a que el estilo de alimentación te ayude a conectar más contigo mismo no hemos encontrado ninguna evidencia científica. Es posible que la falta de algunos nutrientes básicos pueda afectar a nuestras percepciones cognitivas.
Imágenes | @sisto1995