Entre las diferentes estrategias que podemos emplear al momento de adelgazar, las dietas que reducen la proporción de carbohidratos como fuente de energía son de las más populares, encontrando alternativas más estrictas que otras. Así, es importante reconocer que una dieta baja en hidratos es más fácil de seguir que una dieta keto y también ayuda a perder peso.
Dieta baja en hidratos sin cetosis: más flexible y con mayor adherencia
Si bien una dieta keto o cetogénica es una dieta baja en hidratos, por definición esta última no siempre involucra la cetosis. En las dietas bajas en hidratos se reducen la presencia de alimentos como cereales, legumbres y derivados pero no se eliminan por completo algunas fuentes de este nutriente como frutas y verduras.
En la dieta keto los hidratos se reducen al máximo, de esta forma, son muy pocas las frutas y verduras que se admiten y bajo ninguna circunstancia se permiten cereales y derivados.
Así, la dieta keto es mucho más restrictiva y difícil de sostener en el tiempo que una dieta baja en hidratos que podemos adecuar a nuestros hábitos de consumo previos, costumbres y demás.
De esta forma, con una dieta baja en hidratos (30-40% de la energía total diaria), podemos conseguir mayor adherencia y se ha demostrado que resulta una buena opción para perder peso y cuidar la salud.
Por todo esto, al momento de elegir una alternativa para adelgazar, es importante contemplar no sólo la efectividad (indiscutible en la dieta keto), sino también, la posibilidad de sostener la estrategia a largo plazo.
En Vitónica | La dieta keto es segura y puede mantenerse en el tiempo, pero el control de la cetosis es clave
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