Cuando emprendemos la aventura de perder peso muchos solemos recurrir a ayudas externas que nos prometen milagros que en la mayoría de casos no se cumplen. Un ejemplo es el uso de parches reductores. Gran parte de ellos utilizan la cafeína como principio activo para acelerar la circulación en la zona donde se aplican, y mejorar así la eliminación de líquidos. Pero no todos siguen los mismos pasos, ya que otros incorporan sustancias que tienen efectos laxantes.
El uso de este tipo de parches está muy extendido, y cada vez son más los que echan mano de ellos para conseguir el cuerpo deseado. Pero es importante que seamos cautos y que tengamos claro que simplemente pueden servirnos como ayuda, nunca como la solución a nuestros problemas de peso. Por ello no podemos abusar de su uso, ya que tanto la cafeína como las sustancias laxantes pueden alterar nuestro organismo y producirnos una serie de efectos secundarios.
La cafeína en exceso puede llegar a acelerar el ritmo cardiaco dañando así nuestro sistema circulatorio y pudiendo derivar en futuros problemas. Lo que sucede con los laxantes es que un exceso de excrementos trae consigo la eliminación de demasiadas sustancias necesarias para el organismo, acarreándonos carencias de determinados nutrientes que se traducen en desórdenes físicos y psicológicos. Para evitar esto debemos seguir una buena alimentación y la realización de actividad física teniendo en cuenta que este tipo de productos deben usarse muy puntualmente y no como norma.
Imagen | Arcelia
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