La calidad y cantidad de nuestra dieta son siempre aspectos claves que consideramos cuando buscamos deshacernos de los kilos de más. Sin embargo, más allá del qué o del cuánto, el cómo también importa; y te contamos cómo la forma en la que comes puede ayudarte a perder peso.
Cómo comemos determina la calidad y cantidad de la dieta
Seleccionar alimentos de calidad, saciantes y controlar al mismo tiempo la cantidad que ingresamos a nuestro cuerpo resulta fundamental cuando buscamos lograr un déficit calórico que nos ayude a adelgazar.
Sin embargo, sobre el cuidado de la calidad y cantidad de nuestra dieta puede ser determinante considerar la forma en que comemos o el cómo nos alimentamos.
Así, la velocidad a la que comemos, los movimientos que realizamos, o la posición que adopta nuestro cuerpo al momento de ingresar alimentos, puede condicionar tanto el tipo de alimento que elegimos como la cantidad que consumimos.
Por esto, cuidar el cómo nos alimentamos, la forma o la manera en que ingerimos alimentos resulta esencial y muchas veces, no solemos tenerlo en cuenta.
Cómo comer para perder peso
Si buscamos adelgazar, hay algunos hábitos que caracterizan la forma en la que comemos, que pueden resultar de gran ayuda para lograrlo:
- Comer únicamente sentados a la mesa de manera tal de favorecer la toma de conciencia y prestar plena atención al ingreso de alimentos a nuestro cuerpo, lo cual puede ayudarnos a comer menos y mejor.
- Evitar las distracciones al momento de comer, es decir, comer sin mirar televisión, sin estar frente al ordenador o hacer otras actividades que pueden desviar nuestra atención y promover la ingesta descontrolada y desmedida.
- Comer siempre de un plato ya servido y de pequeño tamaño, ya que se ha demostrado que el ser humano es "completador" por naturaleza y por lo tanto, reducir el tamaño de los recipientes o de los platos en los que servimos nuestra comida contribuye a disminuir la cantidad ingerida, según los estudios.
- Comer despacio o lento para lograr una alimentación más consciente y promover el proceso de saciedad, pues los estudios corroboran que ingresar comida menor velocidad favorece la sensación de saciedad y una menor ingesta de energía.
- Masticar bien cada bocado, ya que realizar una masticación activa mientras comemos puede estimular el proceso de saciedad aún sin ingreso de alimento, según ha sido probado.
Como podemos ver, la forma en que ingresamos alimentos al cuerpo o el cómo comemos puede ser de gran ayuda para adelgazar, ya que resulta determinante de la cantidad de alimentos que consumimos y de su calidad.
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Imagen | Andrea Piacquadio