¿Sigues pensando en cómo deshacerte de los kilos de más? Pues una de las estrategias más habituales es la búsqueda de dietas en revistas, páginas webs y demás, una alternativa nunca recomendable pero muy frecuentemente usada. Te contamos las dietas para adelgazar más buscadas para el nuevo año y todo sobre cada una de ellas.
Dieta Dukan
Se trata de una dieta estructurada en cuatro fases que promete la pérdida de hasta alcanzar el peso ideal y su mantenimiento una vez logrado.
Para ello, propone la ingesta de alimentos ricos en proteínas, en un principio de forma exclusiva por hasta 7 días para favorecer la cetosis y luego incluyendo ya algunas fuentes de hidratos de carbono.
Es una dieta que puede tener diferentes efectos secundarios propios de la cetosis como mal aliento, alteraciones en el rendimiento cognitivo, mareos y demás, pero lo más importante es que si bien puede incentivar la quema de grasas, no nos ayuda a modificar hábitos realmente y puede resentir nuestro metabolismo al producir un gran impacto en su fase inicial.
Dieta de la piña
La dieta de la piña cumple con una de las premisas más respetadas de las dietas milagro: se basa en un alimento particular exacerbando sus particularidades.
En este caso, la dieta de la piña propone perder peso y desintoxicar al organismo incluyendo piña en todas las comidas del día. El desayuno consiste en piña fresca o zumo de la fruta y yogur, la comida caldo de verduras y pescado a la plancha, y la cena solo piña fresca.
Así, es una dieta que no alcanza a las 1000 Kcal diarias y por ello, puede desacelerar el metabolismo, alterar la conducta alimentaria y si bien producir una gran pérdida de peso (hasta 5 kilos en 5 días), producir un marcado efecto rebote después.
Dieta disociada
La dieta disociada es una de las más populares y en sus premisas se basan muchas propuestas milagrosas. Propone dividir los alimentos según nutrientes y no mezclar nunca proteínas con hidratos, de allí el mito tan extendido al respecto.
Así, la dieta si bien no prohíbe alimentos, se basa en fundamentos sin respaldo científico, pues no es cierto que digerimos mejor proteínas e hidratos por separado, de hecho, en la naturaleza la mayoría de los alimentos poseen ambos nutrientes al mismo tiempo.
Asimismo, la dieta disociada no ha mostrado ventajas respecto a otras al momento de perder peso, por lo que no tendría sentido alguno llevarla a cabo.
Dieta cetogénica
La dieta keto o cetogénica es aquella que induce la formación de cuerpos cetónicos o cetosis en nuestro organismo, necesitando para ello una drástica reducción en la ingesta de hidratos de carbono.
En este tipo de dietas un 50 a 60% de las calorías son cubiertas por grasas y un 20 a 30% por proteínas, dejando una mínima proporción a los hidratos ya que no superan nunca los 100 gramos para inducir la cetosis y así, favorecer una considerable quema de grasas.
Aunque puede tener efectos positivos sobre la composición corporal debido a que nuestros órganos tirarán de los cuerpos cetónicos que se producen oxidando grasas, esta dieta induce un estado no normal en nuestro cuerpo y por ello no puede realizarse de por vida y no incentiva la adopción de buenos hábitos.
Y peor aun, si no la realizamos de forma controlada, puede ocasionar problemas mayores a nivel de diferentes órganos, sobre todo el cerebro quien utiliza de forma predilecta glucosa que en este caso no hay.
Dieta alcalina
La dieta alcalina se basa en que la acidificación de nuestro medio interno puede perjudicar la salud, por ello, incluye sólo alimentos cuyos residuos favorecen un ph alcalino, esto es, frutas y verduras sobre todo.
Se deben evitar muchos alimentos nocivos como harinas refinadas, azúcares y procesados que los contengan, sin embargo, es una dieta sin respaldo científico, y sus beneficios no pueden demostrarse ya que naturalmente nuestro cuerpo mantiene su ph cercano a 7 independientemente de lo que comemos.
Así, con la dieta alcalina podemos eliminar grupos de alimentos enteros que son beneficiosos como por ejemplo: cereales integrales y consumir mucho más de otros favoreciendo por eso, un desequilibrio nutricional.
Dieta Atkins
La dieta Atkins es una de las más famosas y que no pierde vigencia con el tiempo, pues como buena dieta cetogénica, permite una gran quema de grasas sin hambre.
No obstante, induce la cetosis que no es un estado normal de nuestro cuerpo y restringe considerablemente los hidratos de carbono eliminando así tanto cereales y legumbres como frutas y verduras.
Por ello, es una dieta desequilibrada, que puede producir la recuperación del peso perdido en el tiempo y afectar nuestro metabolismo dado el gran impacto que ocasiona su propuesta restrictiva.
Dieta Flash
Es una dieta cetogénica más que a diferencia de la de Atkins u otra propone una reducción considerable no sólo de hidratos sino también de grasas, pues se basa en la ingesta de batidos proteinados suplementados con vitaminas y minerales.
Se promociona como la "última dieta" ya que según su creador permite reducir el peso sin sufrir efecto rebote y sin hambre, algo que es totalmente equivocado ya que no favorece el cambio de hábitos sino que se basa en productos que evidencian el negocio que esconde la dieta Flash.
Como muchas otras dietas milagro, comete también el error de no incluir todo tipo de alimentos y sobre todo, de no ser una propuesta personalizada sino universal, que no considera individualidades.
Dieta de la zona
La dieta de la zona se basa en la ingesta de frutas y verduras ante todo, reduciendo los cereales y legumbres a cantidades inferiores que las carnes y otros alimentos proteicos.
Aunque no llega a ser una dieta cetogénica y puede resultar beneficiosa por fomentar un consumo adecuado de frutas y verduras, la dieta de la zona es una de las razones por las cuales erróneamente demonizamos los hidratos de carbono, metiendo en una misma bolsa azúcares e hidratos complejos y ricos en fibra como las legumbres o los cereales integrales.
Como si fuera poco, no ha mostrado ventajas por sobre otras dietas hipocalóricas, por lo tanto, no tiene fundamento científico como tantas otras dietas milagro.
Dieta Montignac
La dieta Montignac debe su nombre a su creador y es catalogada como dieta disociada aunque sí permite mezclar hidratos y proteínas, pues se basa en la selección adecuada de nutrientes teniendo como principal referencia el índice glucémico.
Así, en la primer fase sólo se admiten alimentos de índice glucémico muy bajo (menos de 35) y ello obliga a basar la dieta en proteínas y verduras únicamente, dejando a un lado alimentos como cereales integrales, legumbres y muchas frutas que pueden resultar beneficiosas para el organismo.
La dieta de Montignac si bien puede favorecer la pérdida de peso al reducir la disponibilidad de glucosa, comete el grave error de basar la misma sólo en el índice glucémico, un parámetro que no lo es todo sino que tiene muchas limitaciones.
Dieta South Beach
La dieta South Beach es una dieta que se estructura en tres fases diferentes: de desintoxicación, para alcanzar el peso deseado y de mantenimiento.
En la primer fase se prohíbe la ingesta de pan, azúcares, arroz, frutas y zumos de fruta, zanahoria y calabaza, basándose entonces en proteínas y verduras con bajo contenido en fructosa.
En la segunda fase se incluyen más hidratos pero igualmente quedan prohibidos alimentos ricos en azúcares y también, la zanahoria y la remolacha, estos dos últimos alimentos sin fundamento alguno y por supuesto, de mucha mejor calidad que la mayor parte de los cereales refinados que sí se admiten.
Esta dieta sin respaldo científico erradica de la dieta alimentos sin fundamento alguno pudiendo llevar a creencias erróneas acerca de su consumo y también, incentiva la realización de seis comidas diarias cuando sabemos, sólo se trata de un mito al momento de adelgazar.
Estas son las dietas que más se buscan para adelgazar en el nuevo año pero que ninguna es adecuada a nuestras particularidades ni respaldada por un profesional de la salud que nos conozca, por lo tanto, debemos desestimar su práctica si buscamos perder peso cuidando la salud del organismo.
Imagen | iStock, Pixabay y Wikimedia
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