Nuestra dieta puede influir considerablemente sobre la salud cardiovascular y en este sentido, te mostramos siete nutrientes que no pueden faltar en tu platos habituales para cuidar el corazón.
Potasio, clave para regular la hidratación y prevenir la hipertensión
El potasio es un mineral que en nuestro organismo se comporta como electrolito por lo tanto, resulta de gran importancia para lograr una adecuada hidratación.
No obstante, también interviene en el funcionamiento del sistema nervioso y muscular contribuyendo la adecuada contracción y relajación de los músculos entre ellos, el corazón.
Por otro lado, una dieta rica en potasio se ha asociado a menor presión arterial y por ello, contribuye a cuidar la salud del corazón al favorecer la prevención de la hipertensión.
EL potasio, se encuentra ampliamente distribuido en alimentos varios tales como frutas, verduras y hortalizas, pescados y también frutos secos, semillas y granos enteros.
Magnesio, para mantener la presión arterial bajo control
El magnesio es otro mineral que nuestro organismo necesita para la adecuada contracción muscular y por lo tanto, para el cuidado del corazón; pudiendo este también intervenir en la prevención de la hipertensión arterial ya que hay estudios que señalan una relación inversa entre esta patología y los alimentos ricos en magnesio.
Podemos incluir en nuestra dieta magnesio de forma habitual mediante la ingesta de granos enteros, legumbres, frutos secos y semillas así como también, frutas y verduras diversas.
Calcio, para reducir factores de riesgo cardiovascular
El calcio es un mineral frecuentemente asociado con la salud ósea y dental, pero al mismo tiempo cumple un papel muy importante en el metabolismo y así como en la contracción y relajación de los músculos entre ellos, el corazón.
De igual forma, puede ayudar a reducir factores de riesgo cardiovascular tales como la hipertensión arterial o niveles alterados de lípidos en sangre siendo por ello clave su cuidado y su inclusión en la mesa diaria.
Podemos incluir el calcio mediante lácteos diversos o bien, pescados azules o grasos, así como también semillas, algas desecadas ,frutos secos como las almendras o hierbas y especias desecadas como el orégano seco, el eneldo o el tomillo en polvo.
Vitamina D, para protegernos de la hipertensión y los ataques cardíacos
La vitamina D, que contribuye absorber adecuadamente el calcio en el organismo, puede tener un efecto protector sobre la salud del corazón al alejarnos de la hipertensión arterial así como también, de ataques cardíacos.
Por lado, hay una relación inversa entre la niveles de vitamina D en el organismo y el peso corporal siendo esto indicador de que se trata de un micronutriente que puede reducir factores de riesgo cardiovascular.
Podemos obtener vitamina D exponiéndonos al sol e incentivando su síntesis en el organismo o bien, acudir a alimentos fuente como pescados grasos o azules, yema de huevo, lácteos, mantequilla o alimentos enriquecidos.
Fibra, que puede reducir factores de riesgo diversos
Un mayor consumo de fibra se ha asociado a menor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares diversas. Ésto puede deberse en parte a que su ingesta contribuye a reducir factores de riesgo.
Así, un mayor consumo de fibra promueve la regulación de lípidos en sangre, reduce la absorción de glucosa y de lípidos, favorece el control del peso corporal y de esta forma contribuye reducir factores de riesgo cardiovasculares diversos.
Grasas insaturadas, especialmente omega 3
Los estudios muestran una relación inversa entre el consumo de grasas insaturadas, especialmente omega 3 propios de los pescados grasos y la incidencia enfermedades cardiovasculares.
Las grasas poliinsaturadas tiene un efecto antiinflamatorio en el organismo y pueden contribuir a reducir lípidos perjudiciales como por ejemplo el colesterol LDL, el colesterol total así como los triglicéridos en nuestro cuerpo.
Por otro lado, en quiénes tienen enfermedades vasculares el consumo de pescado puede proteger el corazón específicamente y reducir la mortalidad por enfermedades cardiovasculares, según han probado estudios al respecto.
Por ello, recomendamos incluir omega 3 para beneficiar la salud del corazón y para ello, podemos acudir a frutos secos y semillas así como también a pescados grasos cómo es el caso de caballa, atún, salmón, anchoas, sardinas y otras. Aceites vegetales, aguacate y aceitunas pueden colaborar sumando ácidos grasos monoinsaturados a la dieta habitual.
Vitamina C con efecto antioxidante en el organismo
Es otro nutriente asociado inversamente con la incidencia hipertensión arterial que además, puede tener un efecto antioxidante sobre cada una de las células de nuestro cuerpo neutralizando así el impacto del estrés oxidativo en las mismas.
Por todo esto, un adecuado consumo de vitamina C resulta fundamental si deseamos cuidar la salud del corazón mediante lo que comemos y para ello recomendamos que no falten frutas y verduras frescas cada día en nuestra mesa habitual.
Estos son siete nutrientes indispensables para cuidar la salud del corazón mediante lo que comemos.
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