¿Son los instructores de fitness más propensos a los desórdenes alimenticios?

¿Son los instructores de fitness más propensos a los desórdenes alimenticios?
Sin comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

La doctora Raquel Blasco (os recomiendo seguirla) compartía ayer en twitter este estudio en el que se analiza si los instructores de clases colectivas son más propensos a sufrir desórdenes alimenticios y/o trastornos de la alimentación (TDA: anorexia, bulimia). Un tema interesante para ver la correlación entre la presión de ser un "modelo a seguir" en las clases y cómo afecta esto a nuestra alimentación y a la dependencia del deporte.

El estudio fue llevado a cabo sobre 837 instructores de clases colectivas noruegos: el 22% de los hombres que respondieron y un altísimo 59% de las mujeres fueron diagnosticados con desórdenes alimenticios. Cuando hablamos de desórdenes alimenticios nos referimos a algunas conductas que por sí solas no pueden diagnosticar un trastorno de la alimentación: hambre y alimentación emocional, síndrome del comedor nocturno, uso de píldoras para controlar el peso, etc.

Además, los participantes que fueron diagnosticados con algún tipo de desorden alimenticio presentaron un índice de masa corporal más alto (aunque esto no sea indicativo de un peso inadecuado), habían realizado más intentos de perder peso y obtuvieron una puntuación más alta que el resto en el Eating Disorders Inventory (EDI), un cuestionario de uso clínico que se realiza para asegurar la presencia de trastornos de la alimentación, incluidos la vigorexia y la megarexia, bastante comunes en los centros de entrenamiento.

A pesar de ese 22% de hombres y 59% de mujeres a los que se diagnosticó un desorden alimenticio, ninguno de los varones y solo un 4% de las mujeres admitieron tenerlo al comenzar el estudio. Además, este 4% tenía más horas de clases colectivas semanales que el resto de instructores.

Existe una correlación entre la dependencia del ejercicios físico y la presencia de desórdenes alimenticios en los instructores de clases colectivas, y mi opinión es que esto se puede extrapolar también a los usuarios del gimnasio sin necesidad de que sean profesionales del deporte.

Quizás lo más preocupante sea el bajísimo porcentaje de personas que admiten sufrir desórdenes alimenticios, sin necesidad de llegar a un TDA, ya que esto dificulta enormemente la detección temprana, su tratamiento y la posible prevención.

Fuente | Disordered eating behavior among group fitness instructors: a health-threatening secret?
Imagen | iStock
En Vitónica | Anorexia deportiva o atlética, un trastorno alimenticio propio de los deportistas

Comentarios cerrados
Inicio