Algo revueltas andan las aguas del mundo de los aditivos alimentarios, si hace poco el edulcorante ciclamato era puesto en tela de juicio ahora son algunos de sus compañeros los colorantes y conservantes los que están sometidos a críticas en la revista médica The Lancet.
Según científicos de la Universidad de Southampton conservantes como el benzoato de sodio (E-211), utilizado en Pepsi Max, Fanta o Sprite o colorantes como el E-102, E104, E-110,E-122, E-124 y E-129 presentes en caramelos y chucherias habituales de consumo en niños, podrían propiciar la hiperactividad en estos, incluso en aquellos que no sufran este trastorno.
El estudio científico, en el que participaron unos 300 niños, no es pionero en la materia, pero es innovador en el sentido en que esta vez se ha estudiado a niños de más de tres años y no todos ellos sufrían hiperactividad, apreciándose resultados significativos al consumo de estos aditivos.
Recordemos que se conoce por hiperactividad el comportamiento bullicioso de un niño, la incapacidad de concentración o de completar tareas y la excesiva verborrea. Desde la agencia de control alimentario británica se ha hecho un llamamiento a la calma y no se han prohibido dichos aditivos, pero si que se han lanzado recomendaciones a los padres que tienen niños con hiperactividad o que lo sospechen.
Vía | El país Más información | Guía infantil En Bebés y más | Colorantes y conservantes artificiales propician la hiperactividad en los niños