Aunque el deporte es salud, de vez en cuando los deportistas estamos expuestos a molestias o lesiones de cualquier tipo. La mayor parte de estas son pasajeras y fruto de nuestras propias negligencias o mala praxis. En este artículo te enseñamos a identificar el dolor producido por unas simples agujetas y el de una lesión muscular.
¿Qué son las agujetas?
Las agujetas o dolor muscular de aparición tardía por sus siglas en inglés DOMS (Delayed Onset Muscle Soreness) es un proceso agudo de dolor muscular que aparece debido a estímulos no habituales. Las agujetas suelen aparecer cuando retomamos la actividad física después de un tiempo o cuando realizamos modificaciones en alguna variable del entrenamiento como puede ser el volumen, la frecuencia o la intensidad.
Las agujetas pueden aparecer en las primeras 12-24 horas horas después de la actividad aunque alcanzan su intensidad de dolor máxima en torno a las 24-72 horas pudiendo extenderse hasta los siete días de duración.
Los síntomas más habituales incluyen dolor muscular local, restricciones de movimiento, inflamación y reducción de la capacidad contráctil del músculo.
Durante las agujetas aumentan los niveles de un parámetro de daño muscular: la enzima creatina quinasa. Además, aunque la recomendación más popular cuando se padecen agujetas sea la de hacer más ejercicio para disminuirlas, esto es arriesgado, ya que entrenamientos practicados con agujetas incrementan el riesgo de lesión en ligamentos y tendones.
Aunque se han propuesto varias teorías para explicar el origen de las agujetas, la más aceptada es la del daño muscular microscópico producido por microrroturas en la unión entre músculo y tendón. Este daño muscular se produce en mayor grado por contracciones de tipo excéntrico.
¿Cómo puedo prevenir las agujetas?
Lo único que puedes hacer es usar el sentido común:
- Si estás empezando evita aquellos esfuerzos con un gran componente excéntrico como son las fases negativas demasiado lentas al hacer musculación, correr o saltar.
- Aumenta la duración y la intensidad de la actividad paulatinamente. Es común en las personas que empiezan darse un atracón de deporte.
¿Cómo puedo disminuirlas una vez ya han aparecido?
Como las agujetas son una respuesta natural a una desadaptación, vuelve a realizar los mismos ejercicios, actividades o patrones de movimiento que las causaron pero con menor intensidad. No es el momento de cambiar de actividad y añadir nuevos estímulos a unos músculos ya estresados.
En cuanto al ámbito nutricional, la suplementación con cafeína puede aliviar el dolor causado por las agujetas. Los antioxidantes y el omega 3 también se han usado tradicionalmente pero pueden interferir con las adaptaciones al entrenamiento y con la respuesta inflamatoria natural del organismo por lo que su uso debe aplicarse en función del contexto.
¿Cómo puedo diferenciar entre unas agujetas y una lesión?
Las lesiones más frecuentes son las musculares que básicamente pueden clasificarse de forma genérica en tres tipos: contusiones, laceraciones y distensiones.
Las contusiones y las laceraciones son fáciles de distinguir ya que sufrir una u otra requiere de accidentes con objetos externos y suelen requerir de atención médica inmediata.
En cambio las distensiones musculares son las más comunes durante la práctica deportiva.
¿Qué es una distensión muscular?
Una distensión muscular es un desgarro parcial o completo de las fibras musculares que se produce normalmente en la unión músculo-tendinosa.
La causa más frecuente es una tensión muscular interna excesiva al verse superadas las fibras musculares por una gran fuerza externa.
Los síntomas de una distensión muscular incluyen dolor agudo en el momento de la lesión con dificultades en el movimiento, inflamación y hematoma.
La principal diferencia con las agujetas es que estas aparecen horas más tarde y no existe un evento concreto que las cause, a diferencia de una distensión muscular en la que podemos conocer exactamente el momento en el que nos hemos lesionado.
¿Y qué sucede con las lesiones tendinosas?
Las lesiones sufridas en estructuras como el tendón también son frecuentes y reciben el nombre de tendinopatías o tendinosis. El término tendinitis no sería del todo correcto según varios autores.
Las causas que pueden provocar una tendinopatía incluyen sobrecargas musculares, alteraciones posturales e impingement o pinzamiento repetitivo en una articulación.
Los síntomas de una tendinopatía incluyen dolor en un ángulo o rango de movimiento concreto, inflamación, hipersensibilidad y disminución de la fuerza muscular.
En este caso, las lesiones de tipo tendinoso se dan por una sobrecarga continuada o por movimientos repetitivos. En este sentido es común sufrir una tendinopatía si eres un deportista habitual.
En personas que empiezan a practicar actividad física pueden darse por una mala gestión de la cantidad de trabajo soportada y por una mala técnica o postura durante la ejecución de los ejercicios. La mejor forma de identificar el dolor por tendinopatía es que este se da en un punto concreto de la articulación y en un ángulo concreto a diferencia de las agujetas en las que el dolor es más diferido.
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