El verano es el momento de descanso y desconexión por antonomasia. Esto, de por sí, ya hace que podamos perder un poco las ganas de entrenar y hacer ejercicio. Pero si a eso le unimos el calor que hace - que puede resultar de lo más desmotivador - y el hecho de que tenemos horarios menos regulares, solemos tener más planes, no estamos tanto en nuestra casa - nos vayamos de vacaciones fuera o no - y quedamos con más personas, la realidad es que cuesta encontrar un hueco para hacer deporte.
Sin embargo, es buena idea intentar sacar un rato para hacer algo de ejercicio y no perder del todo la rutina, ya que a la vuelta lo notaremos - y los excesos del verano serán menos -. Por ello, estos trucos de motivación pueden ayudarnos a no dejar de hacer ejercicio en verano.
Adáptate a tu situación particular estos meses
Es posible que tus horarios laborales cambien, porque estés de vacaciones o tengas horarios intensivo, etc. Además, seguramente tengas más planes que durante el invierno, estés fuera de casa, tengas familia o amigos quedándose contigo o viceversa.
Probablemente sea difícil que entrenemos tanto como lo hacemos el resto del año o en el mismo horario. Por ello, es importante que nos planteemos cuáles son nuestras opciones reales y adaptemos nuestra rutina de entrenamiento a nuestra situación.
Busca un horario más o menos fijo
Una vez que sepamos cuáles son nuestras opciones realistas - no intentando meter más entrenamiento del que realmente vamos a poder abarcar - es buena idea que nos fijemos un horario. Puede que tengamos que pasar a entrenar dos o tres veces a la semana. Quizás tengamos que reducir el tiempo dedicado al entrenamiento o alguna otra variación. Sea como sea, establecer un horario fijo nos ayudará a mantener la rutina y a que sea parte de nuestros quehaceres también en verano.
Prueba nuevas actividades aprovechando el verano
Una buena forma de mantenernos motivados es probando nuevas actividades y buscando cosas que nos gusten. Variando un poco para no acabar aburriéndonos. El verano nos da la oportunidad de probar deportes que el resto del año no hacemos. Ya sea en la piscina o en el mar, los deportes acuáticos son una gran opción para ejercitarnos de manera diferente, divertida y, además, refrescante.
Elige un horario o lugar fresco
Uno de los mayores desmotivadores del verano es el gran calor. Por ello, a la hora de plantearnos nuestro horario de entrenamiento, puede ser buena idea que busquemos un momento del día en el que no haga demasiado calor - como a primera o a última hora del día -. Si no podemos entrenar en ese horario, buscar un lugar fresco como un gimnasio con un buen aire acondicionado o el entrenamiento en la playa puede ser una buena idea.
Combina turismo y ejercicio físico
Que estemos de vacaciones fuera de casa no quiere decir que no podamos hacer ejercicio. Muchos hoteles cuentan con gimnasio, pero no es la única opción. Y es que el deporte puede ser una manera diferente de hacer turismo. Ya sea salir a correr por el lugar en el que estés de vacaciones, visitarlo en bicicleta, o hacer actividades de agua en diferentes destino, el deporte puede ser parte de nuestras vacaciones.
Busca amigos con los que entrenar
Ya sea que te has ido de vacaciones con amigos o familiares, o que estáis unos en casa de los otros, etc., una de las ventajas del verano es que es más fácil que tengáis más posibilidades de coincidir en horarios y más tiempo libre al mismo tiempo.
Por ello, puede ser un buen momento para entrenar juntos. La compañía de otra persona puede ser motivadora, no solo porque unos tiraréis de otros, si no también porque lo podéis convertir en una pequeña, y motivadora, competición.
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