Todavía muchas personas desconfían a la hora de reincorporarse a los gimnasios y centros deportivos. Ser cauteloso es positivo, pero que eso suponga dejar tus rutinas deportivas de lado ya no lo es.
En este artículo te explicamos los aspectos higiénico-sanitarios más importantes que debes tener en cuenta para comenzar a ir de nuevo al gimnasio de manera más segura.
Evita aglomeraciones y horas puntas
Así como la práctica de deporte al aire libre no supone medidas demasiado estrictas, cuando se trata de encontrarnos con varias personas en lugares cerrados la cosa cambia.
El artículo 15 del BOE del 10 de junio es el que se refiere a los gimnasios y centros de entrenamiento bajo el epígrafe de Instalaciones para las actividades y competiciones deportivas.
Si puedes elegir horas en las que el gimnasio no esté con el aforo completo disminuirás riesgos y podrás entrenar con calma y sin preocuparte demasiado por mantener la distancia de seguridad, que es de metro y medio.
No obstante, también debe ser el centro deportivo el que se encargue de limitar el aforo en las horas que lo requieran, pero evidentemente no es lo mismo ir a una hora donde únicamente se encuentran un mínimo de personas que a otra donde lo hacen el máximo permitido de estas.
Lávate las manos al entrar y al salir
Cualquier centro deportivo debería poner a disposición de los usuarios algún tipo de gel hidroalcohólico para asegurar la desinfección de manos, material e instalaciones utilizados.
Lo primero que debes hacer al entrar en el gimnasio es lavarte las manos cuidadosamente ya sea con jabón o con el gel hidroalcohólico ya que has podido usarlas para tocar puertas o tornos de acceso. Durante tu estancia en el gimnasio procura desinfectar el material que utilices una vez hayas acabado con él.
Por último, cuando salgas del gimnasio vuelve a lavarte las manos, así estarás cubierto o cubierta tanto al entrar como al salir.
Usa la mascarilla cuando no puedas asegurar la distancia mínima o en las zonas comunes
Aunque el uso de la mascarilla es controvertido, forma parte de la norma usarlas cuando no podamos asegurar la distancia mínima entre personas (metro y medio) o estemos en zonas comunes.
Es muy probable que si no acudes al gimnasio en las horas puntas no tengas que usarla, al menos en la sala de entrenamiento. No obstante, mientras te desplaces o permanezcas en zonas comunes deberás llevarla.
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