El CrossFit es sin duda uno de los deportes que más popularidad ha ganado durante estos últimos años, muy probablemente porque surge como alternativa a todos aquellos entrenamientos convencionales de las salas de fitness, pero, ¿es este deporte una alternativa válida?
Así son los entrenamientos convencionales en sala de fitness
Cuando hablamos de los "entrenamientos convencionales" estamos hablando de todos aquellos entrenamientos que se realizan en un gimnasio utilizando mancuernas, discos, barras, máquinas (tanto orientadas al ejercicio cardiovascular como orientadas al ejercicio de fuerza), gomas, bandas de resistencia, poleas, kettlebells, TRX, y un largo etcétera.
Los objetivos de este tipo de entrenamiento habitualmente son la mejora de la salud, el aumento de la resistencia o la fuerza, la ganancia de masa muscular, y la pérdida de grasa.
Este tipo de entrenamientos dan una gran libertad a la hora de estructurar las rutinas y se pueden realizar de manera individual. No tendremos por qué asistir a una clase específica para llevar a cabo un entrenamiento.
Además, la idea es que cada uno de los entrenamientos esté completamente individualizado en función de las capacidades, necesidades, y objetivos de cada persona. En este caso, debería ser un entrenador especializado quien te ayude a ejecutar correctamente los ejercicios y estructurarlos en tu rutina con un criterio lógico.
El principal inconveniente que puede tener este tipo de entrenamiento es que puede volverse algo monótono y repetitivo, ya que al final consistirá únicamente en ir progresando en una serie de ejercicios determinados (press banca, sentadillas, dominadas, peso muerto...), ya sea en términos de intensidad, volumen de entrenamiento, o densidad.
Por otra parte, una de sus ventajas es también un inconveniente, y es que el hecho de no practicar estos entrenamientos a modo de clase colectiva puede reducir la adherencia al hábito, dado que muchas personas disfrutan de entrenar con gente alrededor, de manera guiada, y con la sensaciones positivas que esto genera.
Normalmente estos entrenamientos también suelen ser algo menos eficientes que el CrossFit; aunque permiten el trabajo más aislado y más específico de ciertos músculos, no trabajan de manera tan global como lo hacen los ejercicios que suelen practicarse en CrossFit.
Por ejemplo, aunque un curl de bíceps te va a permitir el trabajo aislado de este músculo, es un ejercicio que ni siquiera se contempla en el CrossFit.
CrossFit: ¿es para ti?
El CrossFit es un deporte mucho más estimulante que los entrenamientos de fuerza convencionales, aunque no todo es de color de rosa.
Mucha gente prefiere el CrossFit por el grado de extenuación que suponen estas sesiones. Entrenar en un box de CrossFit implica expulsar hasta el último aliento, y es que habitualmente los entrenamientos se realizan en una hora, independientemente del volumen de entrenamiento a realizar, o sea que prepárate para descansar bastante poco entre series.
Aunque al principio es difícil de tolerar, muchas personas se adaptan rápido e incluso enseguida empiezan a agradecer este tipo de esfuerzo y comienzan a doblar sesiones, pero hasta entonces el cansancio post-entrenamiento va a estar más que asegurado.
Las técnicas de los ejercicios sí que son un problema para muchos. Una gran cantidad de movimientos de CrossFit pueden ser muy efectivos para conseguir resultados rápidamente porque involucran una gran cantidad de masa muscular en un único movimiento, pero también requieren una aptitud física y una técnica realmente elevada.
Ejemplos de esto son los cleans, los toes to bar, los handstand push-ups, o las overhead squats. Estos movimientos no son para todos debido a su complejidad técnica, no hay duda de ello, y mucho menos debería hacerlos una persona que acaba de empezar a entrenar.
Además, dado que muchos entrenamientos se llevan a cabo a contrarreloj y con un alto grado de fatiga, en ocasiones la técnica empeora considerablemente, y tras una mala técnica suele haber una buena lesión.
¿Con cuál deberías quedarte?
Dicho todo esto, deberías ser tú mismo quien valore si entrenar de una o de otra manera. Lo más probable es que ambos repercutan positivamente en tu salud si no intentas ir más rápido de la cuenta y si no te lesionas.
Tanto los entrenamientos convencionales como el CrossFit son opciones válidas de cara a realizar entrenamientos de fuerza, pero dependiendo de lo que busques en un deporte terminarás quedándote con uno o con otro.
El consejo final es que seas tú mismo quien experimente. Muchos boxes y muchos gimnasios tienen disponibles entradas de prueba a precios muy reducidos, así que, ¿por qué no darles una oportunidad a cada uno de ellos?
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