Si bien respirar por la nariz es muy importante y puede ayudar mucho a los alérgicos porque los pequeños pelos de la misma filtran alérgenos, durante el entrenamiento intenso lo recomendable es no usar sólo la nariz para respirar, pues la oxigenación puede resultar afectada.
Cuando el ritmo y la intensidad del esfuerzo físico alcanzan niveles importantes, el oxígeno que ingresa por la nariz es insuficiente, por eso, también debemos usar la boca para alcanzar una respiración adecuada que nos permita rendir más y mejor.
Si por ejemplo corremos a gran velocidad, parte del aire puede ingresar por la nariz pero también tomamos oxígeno por la boca para obtener una cuota suficiente. Y al espirar, lo mejor es hacerlo por la boca siempre, pues por la nariz se hace difícil eliminar el dióxido de carbono eficientemente, mientras que al exhalar por la boca podemos lograr la expulsión del aire con dióxido de carbono de manera rápida y casi absoluta.
Entonces, puedes usar sólo la nariz para inspirar en ejercicios de baja a moderada intensidad, pero si el esfuerzo es más intenso, mejor no sólo uses la nariz para respirar si quieres lograr una adecuada oxigenación del organismo.
Imagen | Kristian Thogersen
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