Sabemos que la Obesidad es la gran epidemia del siglo XXI por lo que gran parte de los recursos en investigación científica se orientan a la búsqueda del tratamiento de esta enfermedad, siendo una vertiente el ejercicio físico.
Uno de estos artículos que os presentamos a continuación investigó la relación existente entre el ejercicio físico y la grasa parda o marrón, la cual es un tejido altamente termogénico que convierte la energía en calor en vez de almacenarla como grasa.
Un estudio del Dana-Farber Cancer Institute desmotró que el ejercicio promueve la degradación y consumo de grasa mediante la liberación por parte de los músculos de una hormona conocida como PGC1-alfa.
Esta hormona transforma la grasa blanca en el abdomen en grasa marrón o parda, lo que promueve la pérdida de grasa corporal. En el estudio los investigadores inyectaron la hormona en las celulas grasas de los ratones, lo que aumentó el gasto energético.
Este estudio ayuda a explicar por qué el ejercicio intenso promueve la pérdida de grasa, aún incluso cuando los hidratos de carbono son la principal fuente de energía a intensidades mayores del 65 por ciento del esfuerzo máximo, y es que el ejercicio físico intenso estimula una mayor producción de PGC-1 que los ejercicios de moderada intensidad.
Referencia I Nature, publicado online, 11 Enero, 2012.
Imagen I WikiCommons
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