La práctica del yoga se ha extendido mucho en la sociedad occidental ya que gracias a sus beneficios físicos y mentales han conseguido atraer a muchas personas. De hecho, en la gran mayoría de gimnasios han incorporado la disciplina del yoga como clase dirigida.
De la misma forma que ocurre con todas las prácticas deportivas, se empiezan a notar los resultado cuando hay una constancia en el entrenamiento, pero esto no sucede cuando no somos capaces que establecer una rutina.
Es por ello, hemos decidido mostrarte todas las claves para que se convierta en parte de tu rutina, y así notar los resultados al cabo de un tiempo, tanto físicos como mentales.
Tener un horario es imprescindible para establecer una rutina
De la misma forma que tenemos un horario en el trabajo o para comer, también se debería tener un espacio en tu día a día para hacer los deportes que más te gusten, como el yoga, por ejemplo.
Si no hay una franjo horaria específica para realizar esta disciplina, lo más probable es que no la cumplas, generándote frustración por no lograr el cambio físico y mental que deseas. Trata de buscar ese espacio, aunque sea unos 15 minutos al día, en tu rutina diaria.
La calve está en hacerlo poco a poco y con buena letra
Estamos seguros que te conoces este refrán: poco a poco y buena letra, pues es perfecto para que puedas hacer el yoga como tu deporte predilecto y consigas establecer una buena rutina.
Hay miles de clases de yoga, unas duran unos quince minutos y otras una hora, empieza con las clases cortas en el caso de que lo quieras realizar en casa, y poco a poco ve incrementando el tiempo de clase.
En el caso de que vayas a hacer yoga en tu gimnasio, no te fuerces en hacer cosas que aún no logras realizar, ve de forma progresiva. Pregúntale al instructor cómo puedes mejorar y pídele ayuda cuando lo necesites, ya que no poder hacer determinadas posturas te puede generar frustración.
Trata de aumentar la intensidad de forma gradual
Hay posturas de yoga realmente complicadas y que requieren tiempo de práctica, por ello es importante que entiendas que no vas a poder realizarlas en la primera clase. Demás, puede lesionarte si las intentas hacer sin tener una noción básica del yoga.
Lo ideal es que empieces con vídeos para principiantes o le comentes al instructor de la clase que nunca has hecho yoga, y que te lo adapte para que aprendas bien las posturas básicas.
Siempre hay que calentar antes de entrenar cualquier tipo de deporte
Hace entrar en calor toda tu musculatura y articulaciones es primordial para reducir el resigo de lesión, además que calentar antes de realizar una práctica deportiva como el yoga, donde la flexibilidad es primordial, ayuda a poder realizar las diferentes posturas.
Es más, gracias a que ayuda a aumentar la movilidad de las articulaciones hace que podamos mantener las diferentes posturas y que no nos resulta tan difícil hacerlas.
Si no descansas, no rindes
Entre clase y clase de yoga es importante que dejes un tiempo necesario de descanso, para no arrastrar una fatiga prolongada. Además, el descanso entre posturas también es importante, ya que de esta manera vas a poder realizar bien cada postura, sin sentirte muy cansado o con la respiración acelerada.
El descanso nocturno también es prioritario para un buen rendimiento al día siguiente, por eso debes procurar dormir las horas necesarias e intentar tener un sueño lo más reparador posible.
Trata de tener el material siempre a mano
De la misma forma que sucede con otro tipo de entrenamientos, tener el material para hacer esa práctica deportiva a la vida, va a darte el estímulo necesario para que te acuerdes de mantener la rutina.
Si guardas el material en el fondo del armario, lo más probable es que no tengas ese estímulo para que te motive a practicar el yoga. En el caso de que realices yoga en casa, trata de adaptar, si es posible, un espacio para realizar tus ejercicios de yoga de forma fácil y cómoda.
Trata de buscar cuál es el beneficio del yoga que más se adapte a ti
El yoga tiene muchísimos beneficios, tantos que se adapta a cada una de las personas que lo practica. De hecho, cada uno tiene sus motivos para practicarlo, que son igual de válidos a los de otra persona, independientemente que sean diferentes.
Busca ese beneficio del yoga que más se adapte a ti e incorpóralo como tu objetivo o meta, y empieza con sesiones cortas, aunque sean 5 minutos, durante tres días a la semana, ya que ir a clase de yoga de vez en cuando no va a ser suficiente para notar ese beneficio que has escogido.
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