Las vacaciones de verano son el momento perfecto para compartir tiempo con la familia y para aprovechar y ponernos en forma. Un buen objetivo para este verano puede ser el de introducir en la actividad física a algún miembro de la familia que sea más sedentario: tu hermano el que se pasa la vida en el sofá jugando a videojuegos, tu padre que ya no se mueve tanto como antes... Un buen gesto que incidirá positivamente en la salud de nuestros más allegados.
Si no se te ocurre qué actividades puedes hacer en familia estas vacaciones para fomentar el movimiento y la actividad física, te damos unas cuantas ideas que puedes poner en práctica desde hoy mismo. ¡A moverse!
Salidas en bicicleta con picnic como colofón: el ciclismo es una actividad que gusta a pequeños y mayores y que es apto para la mayoría de las personas siempre que adaptemos el itinerario que vamos a seguir. Prácticamente en todas las ciudades podemos encontrar negocios de alquiler de bicicletas por un día, si no disponemos de una, para salir con la familia: recorrer unos cuantos kilómetros por la montaña, el paseo marítimo o por un amplio parque y culminar la jornada con un pequeño picnic es un plan genial para mantenernos activos.
Patinaje por el paseo: si hay una actividad que entusiasma a la mayoría de los niños, esa es el patinaje. Y es que ellos no tienen ningún miedo de terminar en el suelo: se caen, miran alrededor, se levantan y siguen tan normales como si no hubiera pasado nada. Recuerda que es muy aconsejable llevar protecciones al menos en las rodillas, y a poder ser también en los codos y en las muñecas. El uso de casco también está recomendado: todo es poco a la hora de evitar lesiones. Si os encontráis en una ciudad con playa, patinar por el paseo marítimo con la puesta de sol es una de las mejores actividades para terminar un día de vacaciones con niños.
Senderismo con remojón final: una visita a la montaña siempre es una buena opción para compartir tiempo con la familia, y será mucho mejor si organizamos una ruta que culmine en algún lago o piscina natural de los alrededores. En nuestro país contamos con muchos lugares donde poder darnos un chapuzón después de una buena caminata en la montaña: los lagos de Covadonga si nos encontramos en el norte, la fuente de la Fontcalda en Gerona (que además está a 28 grados por tratarse de una fuente termal) o las pozas de Gredos de camino al pico Almanzor son buenas opciones.
¡Que las vacaciones de verano no sean una excusa para quedarte pegado al sofá, sino una motivación para que tú y los que te rodean seáis más activos!
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