Durante mucho tiempo se les aconsejó a individuos hipertensos o con prehipertensión la realización de ejercicios aeróbicos únicamente, mientras era contraindicado el entrenamiento de fuerza. Sin embargo, un reciente estudio indica que el entrenamiento de fuerza por sí solo podría reducir la presión arterial, al contrario de lo que se ha creído por largo tiempo.
Entrenamiento de fuerza y menor presión arterial
Dado que la elevada intensidad de los ejercicios así como también la maniobra de Valsalva que puede generarse al a levantar cargas importantes de peso pueden elevar la presión arterial, durante mucho tiempo se desaconsejo la práctica del entrenamiento de fuerza en personas con hipertensión.
Si se indica entrenamiento de fuerza, se lo hace con cargas moderadas a bajas para conservar la masa muscular y la funcionalidad que la misma brinda sin elevar la presión arterial.
Un reciente metanálisis que incluyó a 13 estudios observó que el entrenamiento de fuerza por sí solo (sin estar combinado con ejercicios aeróbicos) puede reducir la presión arterial sistólica y la presión arterial diastólica siendo por ello una buena modalidad de entrenamiento cuando se padece hipertensión y prehipertension.
Lejos de lo que muchos hemos pensado hace tiempo atrás, el entrenamiento de fuerza resulta beneficioso para el control de la presión arterial.
Por supuesto en estos casos, aconsejable consultar al médico tratante o a un profesional de la salud, ya que el efecto del ejercicio puede variar de una persona a otra.
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